Hoy vengo con la reseña de una novela de aventuras de las de toda la vida, «El tulipán negro» de Alejandro Dumas. No he leído casi nada de Dumas (en su día dejé reseña de Actea por aquí) así que me felicito por la cantidad de libros suyos que me quedan por disfrutar. Me gusta este tipo de novelas, la verdad, y si el principal protagonista es un tulipanero, más.
Alejandro Dumas y la adaptación de «El tulipán negro» al cine
En muchas de las ocasiones en las que se menciona a Alejandro Dumas (1802 -1870) se diferencia entre «padre» o «hijo» (como hace Emilio Carrere en La copa de Verlaine). En esta reseña (y la mayoría de las veces) se habla del padre. Todo el mundo sabe (aunque por si acaso lo recuerdo) que fue un escritor francés tremendamente prolífico, autor de novela (principalmente) y teatro. Muchas de sus obras más famosas (El conde de Montecristo, Los tres mosqueteros o este mismo El tulipán negro) se fueron publicando por entregas. Imagino a los lectores de Dumas esperando a la publicación del siguiente capítulo con la misma expectación que nosotros aguardamos el próximo episodio de <inserte aquí el nombre de su serie favorita>.
Esta forma de publicar es muy adecuada para las novelas de aventuras, género en el que Dumas es maestro de maestros. De ahí que el séptimo arte no ha dejado pasar la oportunidad de mostrarnos las hazañas de muchos de sus personajes en diferentes películas.
Muchísimas de las novelas de Alejandro Dumas han sido adaptadas al cine, sin embargo la historia que narra en «El tulipán negro» no ha sido trasladada a la gran pantalla.
Existe una película protagonizada por Alain Delon con el mismo título que, al parecer, comparte personajes con la novela pero por lo visto no representa la trama del libro. Una lástima.
Del bulbo al tulipán negro
El pistoletazo de salida de El tulipán negro lo da Dumas mediante el linchamiento a los hermanos Witt (Cornelio y Johan): el pueblo rechaza la república de los hermanos y quiere restablecer el estatuderato. Cornelio es encarcelado y, aprovechando que Johan va a visitarle a prisión, se produce una revuelta en el pueblo que termina con ambos hermanos muertos. Este acontecimiento ocurió realmente (como podéis ver en los enlaces a la wiki incluidos en este párrafo).
Nada es más desagradable a las gentes que están encolerizadas que la indiferencia de aquellos contra quienes se siente esa cólera.
Capítulo XVIII
Cornelio tenía un ahijado, Cornelio van Baerle (nuestro protagonista), un tulipanero que vivía tranquilísimo en una casita con jardín. A este, le confió Witt una serie de cartas con contenido sensible (y peligroso dada la acusación de deslealtad a la que se enfrentaba). Estos papeles (y otras circunstancias provocadas por un tercero, que es el malo de la historia) terminan con los huesos de nuestro tulipanero en la cárcel.
Entre el rostro de un conquistador y el de un pirata, decían los antiguos, ¿qué diferencia se hallará? La que se encuentra entre el águila y el buitre.
La serenidad o la inquietud.
Capítulo III
¡Él! El que no se interesaba por la política y que dedicaba su vida a buscar (crear) el tulipán negro, termina entre rejas. ¡Qué injusta es la vida!. Cornelio acaba en una celda y los únicos humanos con los que habla son su carcelero y la hija de éste: Rosa.
Las grandes almas hallan en la filosofía asombrosos recursos en medio de las grandes catástrofes
Capítulo V
En este punto empieza Dumas de nuevo con la acción, los planes, el amor y la búsqueda del bien. No quiero entrar demasiado en los detalles de la trama por si alguien se anima a leerlo.
Los cuidados de las flores: rosas y tulipanes
Rosa es otro de los personajes indispensables de la novela (el nombre no podía ser más adecuado, desde luego). El triángulo amoroso que forman el Tulipán, Cornelio y Rosa es un cuento, divertido (¿qué pinta un tulipán ahí en medio?) y entrañable.
-Veo -dijo la joven estallando en sollozos-, veo que vos amáis tanto a los tulipanes, que no queda lugar en vuestro corazón para otros afectos.
Capítulo XVIII
Lo que es celebrable es que Rosa no sea una mujer-flor-objeto. Por el contrario, es una mujer fuerte con iniciativa e ingenio. Esto ha hecho que mire con mejores ojos aún al autor, ojalá los autores a los que se les llena la boca hablando de Dumas no olvidaran estos detalles.
Además de Rosa, el otro amor de Cornelio es su tulipán. ¿Conseguirá crear el primer ejemplar de tulipán negro? He disfrutado mucho leyendo las explicaciones que da y las conversaciones que mantiene con Rosa acerca de los tulipanes.
Tal vez resultaría interesante explicar a los lectores las bellas teorías que tienden a demostrar que el tulipán toma sus colores de los elementos; tal vez nos agradaría establecer que nada es imposible para el horticultor que pone a contribución, con su paciencia y su genio, el fuego del sol, el candor del agua, los jugos de la tierra y los soplos del aire. Pero éste no es un tratado del tulipán en general; es la historia de un tulipán en particular lo que hemos resuelto escribir; nos ceñiremos a él por atrayentes que sean los incentivos del sujeto yuxtapuesto al que nos proponemos.
Capítulo VI
Es muy bonito ver cómo instruye a Rosa en esta y en otras materias vitales (no seáis malpensadas, le enseña a leer).
Conclusiones de «El tulipán negro» de Dumas
Me ha gustado mucho y me lo he leído en pocas sentadas. Al tratarse de una novela de aventuras el ritmo narrativo es rapidísimo y no paran de ocurrir cosas que te mantienen pegada al libro. Hay que tener en cuenta que mucha parte de la novela se desarrolla con el protagonista encarcelado, ahí es donde Dumas se toma un kitkat. En ese momento te muestra, de forma más pausada (no puede ser de otra forma) el nacimiento y crecimiento del amor entre Cornelio, Rosa y el Tulipán.
El show tiene que continuar y así, bajo la sombra siempre amenazante del malo de esta historia, Rosa y Cornelio lucharán por conseguir sus objetivos. Objetivos sinceros, propios de corazones puros y bienintencionados. A mi parecer, esta novela además de ofrecer divertimento, transmite positivismo y aboga por los espíritus nobles.
Me ha entusiasmado la aventura y además, al cerrar el libro, se queda una en completo estado de bienestar: todo está en orden.
Nota sobra la edición
La edición es malísima. El libro no viene paginado y tampoco contiene ni un santo guión. Es como si al copiar y pegar se hubieran perdido todos los guiones, ¿os imagináis los diálogos sin guiones? No se pueden diferenciar las voces, las aclaraciones, etc. Es una locura la verdad.
Y, por otro lado, lo de que no esté paginado también me parece de órdago. Incluye un índice, pero este tampoco lleva la numeración así que no le encuentro demasiada utilidad.
Pero la culpa la tengo yo por haber comprado impulsivamente. Llevaba mucho tiempo con el libro metido en lista de deseos de Amazon, me dio un brote y lo pillé sin pensarlo mucho más. Craso error. Es de los libros que se imprimen bajo demanda. Una basura. Por lo menos me quedé a gusto dejando la valoración en Amazon.
Si hablamos de Dumas, estoy contigo. Me encanta
Gracias
La verdad es de los que tiene ganado el renombre a pulso. 😀 Un saludo!
Lei esa novela hace muchisimos años yme encanto
Sí, la verdad es que es muy divertida. Y el tulipanero es un encanto, la verdad, te tiene que caer bien sí o sí. Un saludo! 😀