Putas asesinas / Roberto Bolaño

Les prometo que no me di cuenta de que había elegido otro de cuentos hasta que terminé el primero. Existe una especie de conspiración para que lea cuentos, porque conforme he soltado este he cogido otro a causa de un mail de un viejo conocido… ¡que también era de cuentos! Eso sí, lo he soltado al momento y me acabo de preparar un tochaco para leer con sabor a lsd que flipais. Está descuartizado el pobre, se nota por el tipo de lectores que ha pasado. De esos que, como la menda, se llevan el libro de fiesta metido en la mochila, o en el bolso, con el consiguiente peligro de que aparezca untado en kalimotxo al día siguiente. Hay accidentes que son inevitables.
Pero bueno, todo esto debería ir en la próxima entrada del blog… así que me voy cortando a la de ya.

Vamos con Bolaño, que ha resultado todo un descubrimiento para mí. Ya me lo habían recomendado pero hasta que este libro no me llamó a gritos desde el depósito, olvidado y con un futuro incierto, no llegó el momento de nuestro encuentro. Realismo en bandeja por parte de un señor que ha viajado y vivido en bastantes sitios (Chile, México y España), y eso se nota.

Menudo jefazo el Bolaño, me gusta cómo le pega a la tecla o al boli. Tanto el lenguaje como las historias y los pesonajes en sí, un abanico de personalidades y experiencias de lo más variado. Desde la cotidianidad (Días de 1978) o relaciones padre e hijo (como en Últimos atardeceres en la tierra, donde B y yel padre de B son los protagonistas de unas vacaciones) hasta obsesiones varias (como en El retorno, donde los protagonistas son el espíritu de un cadáver y un artista necrófilo o en Putas Asesinas, con una venganza en plato frío).
Sin embargo también habla de literatura, ejemplo de ello es Fotos, que presenta una buena bibliografía de poetas en Francés; o incluye relatos que se suponen autobiográficos (como en Encuentro con Enrique Lihn). Al menos hace pensar eso al utilizar su propio nombre Roberto Bolaño (y a otros como Enrique Lihn, Jodorowski,etc.) , escribirlo en primera persona y ser una historia bastante corriente.

Vamos, que el reparto es variado: personas reales, narcotraficantes, directores de cine porno, putas, necrófilos, futbolistas, personajes «corrientes»… de todo un poco. Así me gusta, que me varíen, que así se disfrutan los reencuentros con otros temas.

Me ha gustado mucho pero… ¡siguen siendo cuentos! Probaré con alguna novela de Bolaño, ¿alguna recomendación del susodicho?.

PD: Acabo de entrar en una página de Bolaño que es una locura. ->AQUÍ<- la teneis. ************* «Me senté junto a él y estuvimos charlando durante un rato. Parecía translúcido. Esa fue la impresión que tuve. El Ojo parecía de cristal, y su cara y el vaso de vidrio de su café con leche parecían intercambiar señales, como si se acabaran de encontrar, dos fenómenos incomprensibles en el vasto universo, y trataran con más voluntad que esperanza de hallar un lenguaje común» (El Ojo Silva)

«Reencontrarlo, pensé, había sido un acontecimiento feliz. El Ojo seguía siendo una persona rara y sin embargo asequible, alguien que no imponía su presencia, alguien al que le podías decir adiós en cualquier momento de la noche y él sólo te diría adiós, sin un reproche, sin un insulto, una especie de chileno ideal, estoico y amable, un ejemplar que nunca había abundado mucho en Chile pero que sólo allí se podía encontrar.»(El Ojo Silva)

«El nombre brilla como la luna. El nombre, con su cuerno, abre un camino en el sueño y el hombre camina por ese sendero. Un sendero tembloroso. Siempre crudo. El sendero de llegada o de salida del infierno. A eso se reduce todo. Acercarse o alejarse del infierno. Yo, por ejemplo, he mandado matar. He hecho los mejores regalos de cumpleaños. He financiado proyectos faraónicos. He abierto los ojos en la oscuridad. Con extrema lentitud abrí los ojos en la oscuridad total y sólo vi o imaginé aquel nombre» (Prefiguración de Lalo Cura)

«te desnudaré y dejaré que tú me desnudes, una de tus manos ocupada en mis botones, la otra sosteniendo un vaso de whisky, y te miraré a los ojos, esos ojos que vi en la televisión (y que volveré a soñar) y que hicieron que fuera a ti a quien eligiera, y volveré a repetirme que no es nada personal, volveré a decirte, a decirle a tu recuerdo nauseabundo y eléctrico que no es nada personal, y aun entonces tendré mis dudas, tendré frío como ahora tengo frío, intentaré recordar todas tus palabras, hasta las más insignificantes, y no podré hallar en ellas consuelo.
(…)
Tus palabras, lo reconozco, han sido amables. Temo, sin embargo, que no has pensado suficientemente bien lo que decías. Y menos aún lo que yo decía. Escucha siempre con atención, Max, las palabras que dicen las mujeres mientras son folladas. Si no hablan, bien, entonces no tienes nada que escuchar y probablemente no tendrás nada que pensar, pero si hablan, aunque sólo sea un murmullo, escucha sus palabras y piensa en ellas, piensa en su significado, piensa en lo que dicen y en lo que no dicen, intenta comprender qué es lo que en realidad quieren decir. Las mujeres son putas asesinas, Max, son monos ateridos de frío que contemplan el horizonte desde un árbol enfermo, son princesas que te buscan en la oscuridad, llorando, indagando las palabras que nunca podrán decir. En el equívoco vivimos y planeamos nuestros ciclos de vida.» (Putas asesinas)

«El castillo es oscuro, enorme, frío, y tú estás solo. Pero sabes que hay otra persona escondida en alguna parte, sientes sus lágrimas, sientes su desnudez. En sus brazos te aguarda la paz, el calor, y en esa esperanza avanzas, sorteas cajas llenas de recuerdos que nadie volverá a mirar, maletas con ropa vieja que alguien olvidó o no quiso tirar a la basura, y de vez en cuando la llamas, a tu princesa, ¿dónde estás?, dices con el cuerpo aterido de frío, haciendo castañetear los dientes, justo en medio del túnel, sonriendo en la oscuridad, tal vez por primera vez sin miedo, sin ánimo de provocar miedo, animoso, exultante, lleno de vida, tanteando en la oscuridad, abriendo puertas, cruzando pasillos que te acercan a las lágrimas, en la oscuridad, guiándote únicamente por la necesidad que tu cuerpo tiene de otro cuerpo, cayendo y levantándote, y por fin llegas a la cámara central, y por fin me ves y gritas. Yo estoy quieta y no sé de qué naturaleza es tu grito. Sólo sé que por fin nos hemos encontrado, y que tú eres el príncipe vehemente y yo soy la princesa inclemente.» (Putas asesinas)

«Uno nunca termina de leer, aunque los libros se acaben, de la misma manera que uno nunca termina de vivir, aunque la muerte sea un hecho cierto.» (Dentista)

«Para poetas, los de Francia, piensa Arturo Belano, perdido en África, mientras hojea una especie de álbum de fotos en donde la poesía en lengua francesa se conmemora a sí misma, qué hijos de puta, piensa» (Fotos)

«En alguno de sus escritos Bataille dice que las lágrimas son la última forma de comunicación. Yo me puse a llorar, pero no de una manera normal y formal, es decir dejando que mis lágrimas se deslizaran suavemente por las mejillas, sino de una manera salvaje, a borbotones, más o menos como llora Alicia en el País de las Maravillas, inundándolo todo.»(Carnet de baile)

«Y ya para entonces los dos habíamos atravesado el bar y estábamos asomados a una ventana, mirando las calles y las fachadas de ese barrio tan peculiar en donde sólo paseaban los muertos. Y mirábamos y mirábamos y las fachadas eran sin lugar a dudas las fachadas de otro tiempo, y también las aceras en donde había coches estacionados que pertenecían a otro tiempo, un tiempo silencioso y sin embargo móvil (Lihn lo veía sin moverse), un tiempo atroz que pervivía sin ninguna razón, sólo por inercia» (Encuentro con Enrique Lihn)

 



14 comentarios en «Putas asesinas / Roberto Bolaño»

  1. Para Bolaño yo llego primera, soy una fanática, para qué negarlo, cada vez que me cruzo con un libro de él no puedo evitar llevarlo, vienen a mí, se me pegan y los leo como si temiera que el papel se evaporara.

    De cuentos también está Llamadas telefónicas, muy bueno y novelas, no podés dejar de leer «Los detectives salvajes» es excelente, también «2666», «Estrella distante» y «Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce»; te vas a partir de risa y a los cinco minutos vas a estar sufriendo, porque es así, como todo buen amor.
    Te paso una parte de los detectives. Saludos!

    pd: muy bueno lo de Borges, la primera vez que le veo la cara y me descostillo de risa!

    Joaquin Font, Clínica de Salud Mental El Reposo…

    Cuando yo era joven tuve una amiga que se llamaba Dolores. Dolores Pacheco. Ella sí que sabía cronometrar a ojo. Yo quería irme a la cama con ella. Quiero que me hagas ver el cielo, pues, Dolores, le dije un día. ¿Cuánto crees que dura el cielo?, dijo ella. ¿Qué quieres decir?, le pregunté. Que cuánto te dura un orgasmo, dijo. Lo suficiente, dije yo. ¿Pero cuánto? No sé, mucho, dije qué preguntitas te gastas, Dolores. ¿Cuánto es mucho?, insistió ella. Entonces yo le aseguré que nunca había cronometrado un orgasmo y ella me dijo has de cuenta que ahora tienes un orgasmo, Quim, cierra los ojos y piensa que te estás viniendo. ¿Contigo?, dije yo, aprovechado. Con quien tú quieras, dijo ella, pero piénsalo, ¿de acuerdo? Juega, dije yo. Bien, dijo ella, cuando empieces, levanta la mano. Entonces yo cerré los ojos, me vi montando a Dolores y levanté la mano. Y entonces escuché su voz que decía: Mississippi uno, Mississippi dos, Mississippi tres, Mississippi cuatro y ya no pude aguantar la risa, abrí los ojos y le pregunté qué era lo que hacía. Te cronometro, dijo ella. ¿Te has venido ya? Pues no sé, dije yo, suelen ser más largos. No me mientas, Quim, dijo, en Mississippi cuatro ya se han acabado la mayoría de los orgasmos, vuelve a intentarlo y verás. Y yo cerré los ojos y al principio me imaginé montando a Dolores, pero luego ya no me imaginé con nadie, más bien estaba en un barco fluvial, en una habitación blanca y aséptica muy parecida a la que estoy ahora, y por las paredes, mediante una megafonía oculta, comenzó a gotear la cuenta de Dolores: Mississippi uno, Mississippi dos, como si me llamaran por radio desde el puerto y yo ya no pudiera contestar, aunque en el fondo de mi corazón lo único que quería era contestar, decirles ¿me reciben?, estoy bien, estoy vivo, quiero volver…(p.215)

  2. También poesía…(lo que dije, fanática)

    Los perros románticos
    Roberto Bolaño (Chile, 1953-2003)

    En aquel tiempo yo tenía veinte años
    y estaba loco.
    Había perdido un país
    pero había ganado un sueño.
    Y si tenía ese sueño
    lo demás no importaba.
    Ni trabajar ni rezar
    ni estudiar en la madrugada
    junto a los perros románticos.
    Y el sueño vivía en el espacio de mi espíritu.
    Una habitación de madera,
    en penumbras,
    en uno de los pulmones del trópico.
    Y a veces me volvía dentro de mí
    y visitaba el sueño: estatua eternizada
    en pensamientos líquidos,
    un gusano blanco retorciéndose
    en el amor.
    Un amor desbocado.
    Un sueño dentro de otro sueño.
    Y la pesadilla me decía: crecerás.
    Dejarás atrás las imágenes del dolor y del laberinto
    y olvidarás.
    Pero en aquel tiempo crecer hubiera sido un crimen.
    Estoy aquí, dije, con los perros románticos
    Y aquí me voy a quedar.

  3. NO LEAS ESTRELLA DISTANTE NI DE COÑA. 2666 tiene partes pesadíiiiisimas. Los detectives salvajes bien.

    un beso, katri

  4. A veces , tengo la sensación de que la única opción de conocer es España , es camuflándome como un Detective Salvaje.
    Un Detective, lector , todo lo que quieras, pero sudaca y siempre lejano del de su hábitat.
    En otras palabras Bolaño un GRANDE CON MAYUSCULAS.

  5. Tengo un par de ellos pendientes desde la feria del libro, pero deberán esperar a que termine el maldito máster de los c…lo pooc que he leído ya de él lo situan con toga en mi particular olimpo…un saludi

  6. habia oido hablar de este tio pero nunca me he leido nada de él.
    Este libro parece atractivo…ya el título es demoledor.
    He estado viendo su biografia y me llama mucho la atención que su produccion literaria se concentre en un periodo tan corto (si, palmó en el 2003…pero tenia ya 50 años. Hay 4 novelas editadas tras su muerte, curioso; seguramente hay mas material pendiente de publicar y esa produccion tan concentrada sea el reflejo de toda una vida escribiendo que solo sale a la luz en sus ultimos 10 años de vida animado por el éxito.

  7. pues si te sirve de consuelo, confesaré que hace tres años que intento leer «Historia de la Filosofia» de Bertrand Russell…voy por la pagina 800 y avanzo con exasperante lentitud. El dia que lo consiga creo que voy a coger una cogorza para celebrarlo. (pero en una cosa te equivocas: nadie tiene tiempo para leer y sin embargo se lee)

  8. Bolaño me toca los cojones… y los lectores de Bolaño, todavía más… pero no puedo negarlo, aunque quiera, no puedo negarlo.

    Creo que es mi escritor favorito.

  9. Me has inspirado y me puse a releer Bolaño, subí algunos párrafos de «Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce», que es buenísima.
    A ver si logro convencerte!

  10. Gracias por devolverme la visita!

    Yo también soy Bolaño-adicto, justo ahora me estoy acabando éste. Nunca había tenido un «libro que cambió mi vida» hasta que leí Los detectives salvajes, lo recomiendo a todo el mundo.

    Me estoy poniendo al día con tu blog. Alabo tu buen gusto, de momento ya me has convencido de intentarlo con Montero Glez.

    Nos leemos!

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