En primer lugar pido disculpas por no cumplir mi palabra… sigo sin tener en mi poder el libro de Eduardo Mendoza. Me comprometí con ciberwarrior a que actualizaría con La ciudad de los prodigios. Impóngame la condena que usted desee, aunque tarde o después cumpliré lo prometido. Además, me he hecho una lista de libros desparrame que he de adquirir y con la que espero ser capaz de saciar su morbo.
Por otra parte, vamos al lío.
Ciertamente no soy muy de cuentos, aunque ahora que caigo el anterior que cayó también fueron cuentos. (Lleva razón cy… ¡estoy perdiendo mi esencia!)
En este caso, preparándome para un próximo viaje a tierras vascas. También llevo en la guantera Ponga un vasco en su vida (Oscar Tirol), una segunda parte de Todos nacemos vascos del mismo autor. Estos dos son de corte humorístico, y buenas carcajadas me arrancan.
Pero el caso que nos ocupa (Pintxos) es algo más serio, pero sobretodo variado.
Tengo que decir que no es que hayan habido muchos que me hayan llamado la atención, pero voy a destacar a tres autores:
- Javi Cillero con Un beso en la oscuridad. Este cuento me ha recordado mucho a La escala de los mapas (novela también reseñada por la menda) de Belén Gopegui. Y por lo que se lee en la biografía de Cillero, está especializado en novela negra. Me he apuntado Agur Hollywood=Hollywood me mata. En la introducción se dice de esta novela: «se hacen claras referencias al cine y a la narrativa norteamericana, y se utiliza una prosa alejada de cualquier barroquismo y que presenta grandes dosis de ironía y humor.» Respecto al propio autor se lee: «La variedad de registros en los que se mueve Cillero incluye, entre otros, cuentos metanarrativos o historias próximas a los pulps, en las que moteles a pie de carretera y desiertos como los del oeste norteamericano se convierten en hábitat natural de seres solitarios cuya única compañía son sus propias obsesiones.
- Herkaitz Cano con El colchón. Sucio y desparramao. Suburbio y pobreza. Picardía. Me ha gustado bastante el cuento. Por otra parte me he apuntado Jazz y Alaska en la misma frase (Seix Barral). De él se dice «Novelas negras escritas a ritmo de jazz; poemarios donde Basquiat, Boris Vian, Maiakovski o Carver se convierten en visitantes ilustres; libros de crónicas que demuestran que el escritor vasco es un alumno aventajado de Capote; citas de películas clásicas de Hollywood…»
- Joseba Sarrionandia con los cuentos de Durango 1937, Pelea de carneros y El viejo Marino ha sido el que más me ha impactado. El que más me ha tocado la fibra, el más intenso de todos a mi parecer. Sin duda, el más poético. Y lo que más me ha sorprendido es que el señor este es uno de los protagonistas del famoso tema de Kortatu, Sarri, Sarri, (aquí teneis el tema en youtube con subtítulos al castellano); vamos que está en busca y captura desde que 1985 se fugó de la cárcel. Pero sigue escribiendo y publicando. Temas polémicos a parte, me alegra que siga publicando y espero conseguir cosas suyas.
En fin, que esta primera incursión en los autores vascos ha sido bastante productiva. Ante la variedad lo mejor que se puede es hacer una criba y seguir indagando sobre los que me he apuntado. El resto de autores… me temo que por desgracia quedarán en mi olvido.
Como saben, opinión personal e intransferible.
Hurrengora arte!!!!
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«Es tan grande la monotonía de la vida cotidiana que cualquier suceso que nos permita alejarnos de ella resulta grato: cuando niños, basta con un poco de nieve; cuando adolescentes, con un beso furtivo o una carta inesperadamente amorosa; después, cuando entramos en la edad discreta y la nieve no nos importa y los besos o las cartas escasean o desaparecen, quedamos a merced de algún accidente, de un encantamiento que brille de pronto en medio de las horas y los minutos grises y nos deslumbre.» (Lectura del diario de Dalí / Bernardo Atxaga)
«Si tuviera que escribir una palabra para la prensa, diría que creo en el poder terapéutico de la literatura, que todos tenemos una historia que contar. En mi caso, me limito a tratar de hacer lo que hacían los pintores zen en la China antigua: sostener el pincel (el bolígrafo) en la mano durante años contemplando ensimismado el lienzo (papel) virgen. Un día se presenta sin llamar esa historia tan esperada, y es el momento de atraparla en rápidas pinceladas.» (Javi Cillero)
«Me dirigió entonces -nunca en mi vida he sentido nada parecido- una mirada plena de amor. Era una mirada que me decía que, hiciera lo que hiciese, estaba perdonado de antemano. Una mirada afable que sólo se dirige a los niños, una mirada fatalmente ensuciada por las idas y venidas de la vida. Dicho sea de paso, amor, no espero de tí, claro está, una mirada semejante» (Un beso en la oscuridad / Javi Cillero; trad. Carlos Cid Abasolo)
«Yo, sin embargo, tenía que guardármelo todo para mí. (Y las penas de amor y sexo son más penosas cuando uno no puede expresarlas; sucede como con el vino, que aunque sea el mejor del mundo acaba por avinagrarse si no se saca de la botella)» (Como el carbón / Xabier Montoia ; trad. Gerardo Markuleta)
«Olvidemos la destrucción, el dolor, la tristeza.
No toquemos estos ladrillos quebrados, estas cenizas aún calientes, ni esta sangre pegajosa. No escuchemos los gemidos, no oigamos los insultos que resuenan bajo esos techos derrumbados, hagamos oídos sordos incluso a los partes de radio de los vencedores. (…)» (Durango 1937 / Joseba Sarrionandia) *Nota: aquí debería añadir el final del cuento, pero lo destrozaría.
«El tabernero nos trae, en vasos de vidrio grueso, ginebra para el viejo marino y vino tinto para mí. Mi compañero de mesa coge el vaso en su mano y lo agita con violencia.
–El mar es un vaso agitado por un vengador.
Algunas salpicaduras de ginebra caen sobre la mesa. Pienso incluso si no estará borracho, pero es otra cosa la que hay en el brillo de sus ojos.» (El viejo marino / Joseba Sarrinandia ; trad. Gerardo Markuleta)
«Sarri edo berant ditu atzematen guztiak,
ezen iturtzeko dire bide guztiak hertsiak» (Joannes Etxeberri Ziburukoa)
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«Más pronto o más tarde a todos los atrapa
cerradas como están todas las vías de huida.»
has perdido la apuesta…me debes una caña.
le invito a esa caña.
Acepto.
Que sea estrella…con unos cuantos pintxos de esos.
Excepto algunos casos leo tus reseñas con un poco de temor de entusiasmarme porque no creo que pueda conseguir los libros que mencionás. Pero ay! este párrafo me gustó demasiado, maldita sea:
«Me dirigió entonces -nunca en mi vida he sentido nada parecido- una mirada plena de amor. Era una mirada que me decía que, hiciera lo que hiciese, estaba perdonado de antemano. Una mirada afable que sólo se dirige a los niños, una mirada fatalmente ensuciada por las idas y venidas de la vida. Dicho sea de paso, amor, no espero de tí, claro está, una mirada semejante»
Saludos!
jajaja…pues eso se avisa, podría haberte dejado un libro envuelto en papel de estraza en cualquier antro de esos que te echan cacahuetes encima de la barra de mármol blanco cuando pides un vino.
Tiene buena pinta, miraré a ver si lo consigo.
eres una máquina phibs!
ja-ja