Hoy traigo una reseña mediante la cual empiezo a saldar una de las muchas deudas que tengo con la literatura española: por fin he leído a Miguel Delibes (no, en el cole, a los de ciencias no nos mandaron leer El camino). He empezado con «Los santos inocentes», pequeña pero intensísima muestra. Os adelanto que no he visto la película en la que sale Paco Rabal y compañía, así que al empezarlo no tenía ni idea de qué iba (mucho mejor). Respecto a Delibes, siempre he querido leer Las ratas pero por algún motivo ese libro y yo no nos hemos cruzado en el momento adecuado.
Miguel Delibes (y el centenario de su nacimiento)
A lo largo de este año se ha mencionado, reeditado y homenajeado mucho a Miguel Delibes (1920 – 2010) debido a la celebración del centenario del nacimiento del vallisoletano. Con este motivo, la Biblioteca Nacional ofrece una exposición comisariada por Jesús Marchamalo (presente en este blog con su Tocar los libros) que estará en la BNE hasta el 15 de noviembre y posteriormente se podrá ver en Valladolid.
A grandes rasgos, se puede decir que Delibes adoraba la naturaleza y el campo, en general el ambiente rural. Le gustaba rescatar su vocabulario (nombres de utensilios empleados en la labor, expresiones propias) para que no se perdiesen. Él ya sabía que eso iba a ocurrir tarde o temprano. Al parecer, iba por los pueblos, grabadora en mano, para hablar con los paisanos y conservar (en audio primero, en papel después) la riqueza de su vocabulario.
Hay cientos de biografías y documentales sobre Delibes, pero uno de los detalles con los que me he quedado es que a pesar de ser aficionado a la caza, según decía, lo que más le gustaba de esta era llegar a casa y ponerse las zapatillas. ♥
Origen de Los santos inocentes
Los santos inocentes surgió a raíz de vivencias extraídas de algunos viajes que Delibes hacía a Extremadura. Este era invitado por unos parientes lejanos de su mujer y durante sus estancias ahí solía ir de caza con algunos lugareños. En ese contexto debió quedarse noqueado viendo el trato que dispensaban ciertos señoritos e imagino que la rabia le hizo inspiró esta historia. La escribió y la dejó durante más de trece años guardada, sin publicar, le daba cierto miedo.
No me extraña: es un retrato y crítica brutal de la servidumbre e injusticias sociales. Creo que si digo que es una historia desgarradora no exagero, al cerrar el libro os aseguro un largo suspiro (posiblemente seguido de tres palabras).
y el señorito Iván miraba a sus invitados con sorna y señalaba con la barbilla a Paco, el Bajo, como diciendo, ¿qué os decía yo?, y, acto seguido, Paco, el Bajo, se acuclillaba, olfateaba con insistencia el terreno, dos metros alrededor del pelotazo y murmuraba,
por aquí se arrancó,y, seguía el rastro durante varios metros y, al cabo, se incorporaba,
Los santos inocentes: milana bonita
Es probable que si le comentas a alguien que te vas a leer Los santos incentes (y ese alguien conoce la historia) este te responda con un: milana bonita. -¿Qué? –Milana bonita. -Que qué dices. –Ya lo verás.
milana bonita,
y el búho venga de esponjarse y castañetear con el corvo pico, hasta que Azarías le obsequiaba con un aguilucho o un picazo desplumados y, mientras lo devoraba, el Azarías, a fin de ganar tiempo, se acercaba a la cuadra, se sentaba en el suelo y se ponía a contar los tapones de las válvulas de la caja,
uno, dos, tres, cuatro, cinco…
hasta llegar a once, y, entonces decía,cuarenta y tres, cuarenta y cuatro y cuarenta y cinco,
Y claro que lo vi. :´( Pocos conocimientos camprestres tengo, ni siquiera sabía que milana era un tipo de ave. Así que conocí (entre otros) a Azarías, a Paco el Bajo, a la Régula y al señorito Iván, protagonistas de una de las historias más miserables pero más conmovedoramente contadas que he leído. Menudo drama y qué desenlace más impactante (gracias Delibes).
Conclusiones de Los santos inocentes
Desde luego Los santos inocentes resulta una buena aproximación a Delibes, he podido comprobar su amor por la naturaleza, su interés por preservar el vocabulario de campo y la manera que tiene de darle voz a los más pobres del mundo rural. Es una historia triste, sencilla, injusta y con algún destello de ternura (a pesar de todo).
Paco, el Bajo, hecho un lío, cada vez más confundido, mas, a la mañana, ensillaba la yegua y a vigilar la linde, que era lo suyo, aunque desde que el señorito Lucas empezó con aquello de las letras se transformó, que andaba como ensimismado el hombre, sin acertar a pensar en otra cosa, y en cuanto se alejaba una galopada del cortijo, descabalgaba, se sentaba al sombrajo de un madroño y a cavilar, y cuando las ideas se le enredaban en la cabeza unas con otras como las cerezas, recurría a los guijos, y los guijos blancos eran la E y la I, y los grises eran la A, la O y la U, y, entonces, se liaba a hacer combinaciones para ver cómo tienen que sonar las unas y las otras, pero no se aclaraba
Por fortuna es breve. No digo que se me haya hecho larga, pero casi que la prefiero así (más cortita) para evitar alargar más de la cuenta la agonía que produce leer tanta injusticia. Por eso tampoco estoy segura de querer ver la película, la verdad, creo que con el drama del libro he tenido más que suficiente (algo similar me está ocurriendo con la serie de Patria).
Menos mal que llegué a Los santos inocentes con las pilas de la risa bien cargadas gracias a El koala asesino, porque el ambiente que se respira en estas páginas te puede dejar abatida. Da la impresión de que esa tendencia a la depresión que padecía Delibes intente traspasar las hojas de esta novela.
No obstante, me ha gustado tanto el descubrimiento (cuántas sensaciones en tan poco texto) que estoy deseando hacerme ya con Las ratas.
Enhorabuena por leer este excelente libro, tienes razón en tus comentarios, es dura y tierna a la vez, si empatizar, mueres.
A mi también me impactó y también vi la película, con un gran Paco Raval, pero te deja el corazón encogido.
Sigue ayudándonos a encontrar libros interesantes. Gracias
Sí, la verdad es que es una historia bastante miserable… tardaré en ver la peli. ¡Muchas gracias a ti por el apoyo! Intentaré seguir recomendando buenas e interesantes lecturas.