¡Qué ganas tenía de hincarle el diente a «Los fucking 30: reflexiones de una inadaptada como tú»!. Menudo titulazo y encima la autora es Ana Oncina, que ya me hizo disfrutar en su día con «Croqueta y empanadilla». Por otro lado, ya iba tocando hacer reseña de otro tebeo.
La autora: Ana Oncina
Descripción breve: una crack.
Descripcion larga: una chica nacida en 1989 en Elda (Alicante) y licenciada en Bellas Artes en la Universidad Politécnica de Valencia. En 2017 fue elegida por la revista Forbes como una de las personas menores de 30 años más influyentes (en la categoría de ilustradores). No es moco de pavo. Hasta a ella le sorprendió.
Dio el campanazo con «Croqueta y empanadilla» en 2014 y ha seguido sacando nuevos libros con estos personajes. En ellos narra e ilustra la convivencia de una pareja joven de una forma muy humorística y entrañable. Te ríes y te hace nuditos en el estómago. Tras haber leído «Los fucking 30» puedo decir que la considero un buen altavoz de la generación que nacimos en los 80 y principios de los 90. Sus historias son, en muchos casos, la tuya.
Por otro lado, he estado leyendo entrevistas y me ha gustado que mencione a Frederik Peeters como uno de sus preferidos. Parece que voy por el buen camino como lectora de cómic / novela gráfica.
Los fucking 30: reflexiones de una inadaptada (como yo)
El título explica perfectamente qué te vas a encontrar: la realidad a la que te enfrentas cuando empiezas a consolidarte ya realmente como adulta (-Señora, ¿me acerca la pelota?) y empiezas a adquirir responsabilidades de las gordas. De cómo te crees que sigues teniendo 20 pero en realidad tienes fucking 30, joder, está la piedra de la treintena sobre tu cabeza. Exactamente igual a como aparece la protagonista dibujada en la portada.
Las resacas no son iguales, llegan las canas, consigues empleos de mierda con los que solo puedes aspirar a vivir en un zulo («piso coqueto y recogidito»), etc. Ese tipo de cosas que padecemos las de nuestra generación y en las que te ves reflejada una viñeta tras otra.
Habrá quien a esta edad esté casada y con hijos, pero no es de ellas de quien se habla en este libro. Habla de nosotras, las que somos incapaces de coger un bebé en brazos (y ni intención tenemos por el momento). Podría situar a nuestra prota a medio camino entre Moderna de pueblo (too cooltureta) y Sarah’s Scribbles (too anglosajona). Y ya se sabe que en el medio es donde habita la virtud.
Opinión personal
No quiero destripar más temas de los que acompañan a la llegada de los Fucking 30 porque se disfruta muchísimo descubriéndolos. En mi caso lo leí todo del tirón. Lo malo de los tebeos es que como te enganchen te los ventilas demasiado rápido y te quedas con cara de boba mirando al vacío. ¿Ya está? ¡Quiero más, buaaaahhhh! :_(
El estilo de Ana Oncina me encanta, dibujos sencillos, bonitos, con colores que siempre forman una combinación más que agradable. La narración es genial, lenguaje nada forzado y una tipografía preciosa (que es propia de la autora). Me he reído mucho, de verdad. Me ha encantado, entusiasmado, flipado. Ojalá tuviera la suficiente pasta para poder comprarle un ejemplar a cada una de mis colegas (incluso a las casadas con hijos). Sería un regalazo.
Me has convencido lo leeré con gusto