Las cartas de la Ayahuasca / William S. Burroughs; Allen Ginsberg

Me estoy dando cuenta de que la paranoia de foto que me he marcao parece las letritas estas de verificación que aparecen al poner un comentario… no hay ningún premio si ponéis «las letras que aparecen en la imagen». Sorry.
Bueno, me lo leí de una sentada, es cortito cortito. Como el precio. 7 Euros, en una (maldita) visita a la casa del libro. Resulta imposible comprar un libro para regalárselo a alguien y no llevarte uno para ti.

Puede decirse que es de género epistolar, son cartas recopiladas que se envían entre sí Allen Ginsberg y Burroughs. De William Burroughs ya he hablado bastante últimamente, pero de Allen Ginsberg (1926-1997) no. Tengo que decir que es lo primero que leo de él en formato físico, había leído cosas sueltas por internet pero casi todo poesía traducida. La intención (qué bonitas son las intenciones) era pillarse alguna edición bilingüe para poder leerle en condiciones, pero ahí se quedó, en la intención. Este pive digamos que de entre el grupillo de los Beatnicks era el que tenía más madera como organizador; su oficina fue el centro de reuniones del resto de colegas beats. Cuando se publicó su poema Aullido, se montó la de dios es cristo, esto fue en 1956, cuando se dió a conocer. Al Kerouac le conoció en la facultad, de botellón, fijo, pero le echaron de ella. Curró en varios trabajos e incluso le internaron en un psiquiátrico durante 7 meses. Se declaró homosexual de forma pública, estuvo metido en movimientos contra la guerra del Vietnam, se ponía hasta las cejas de ácido, se fue de gira con Dylan, salía por la tele… digamos que fue bastante mediático y con una vida muy ajetreada.

Pero vamos con la ayuahuasca, que es lo que interesa.
Te dan unas ganas de irte con un chamán, que lo flipas. Sobretodo después de haberte leído Las enseñanzas de Don Juan / Carlos Castaneda , coinciden mucho en lo de las experiencias. Lo veo fiable.
El libro tiene una primera parte que son cartas de Burroughs dirigidas a Allen y contándole sus peripecias e impresiones por América Central y del Sur. El periodo comienza en Enero de 1953, en Panamá, luego Colombia y finalmente Perú.
Le va contando a su colega Allen cómo se las gastan los jovencitos por ahí, el tipo de drogas que encuentra (y que le faltan) y su acercamiento a la ayahuasca, chamanes mediante. Y por supuesto habla sobre las impresiones que le producen los autóctonos de cada lugar; menudo radical. O blanco o negro, os lo digo. Y tengo que decir, que los que sean de españoles y además patriotas de estos que se les hincha la vena del cuello (y en su defecto de la frente) al leer críticas y/u opiniones personales acerca de la historia de España (en concreto sobre la colonización y presencia e influencia en América), no deberían leer este libro. jajajajaja. El tío hace un huevo de referencias al respecto, véase:

«(…) (Esto último tiene que ver con un sueño que me vino en inglés del siglo XVII. ‘Los delegados ingleses y franceses hicieron sus necesidades en el suelo, y tras rasgar en tiras el Tratado de Sevilla procedieron jubilosamente a limpiarse el trasero con él, visto lo cual el delegado español se retiró de la conferencia‘)»

o también
«Sudamérica es una mezcla de cepas; todas ellas necesarias para alcanzar la forma potencial. Necesitan sangre blanca, tal como ellos la conocen -el Mito del Dios Blanco-; ¿y qué fue lo que les dieron? A los jodidos españoles. Aunque los españoles por lo menos tenían la ventaja de la debilidad. A los ingleses jamás los hubieran podido sacar de aquí. Los ingleses hubieran creado esa atrocidad conocida como el País del Hombre Blanco.

Los ingleses tampoco salen muy bien parados que digamos, jajaja.

Eso sí, ha habido una cosa con la que difiero enormemente, vamos, que si me pillara un ciegazo con el Burroughs acabaríamos tirándonos los vasos a la cabeza discutiendo respecto al tema. He aquí lo que comenta el colega:

«Me estaban volviendo loco con su ridícula cháchara y sus estúpidos chistes españoles. Me sentía como Rut en el campo de cebada. Cuando empezaron a decir que la literatura norteamericana no existía y que la inglesa era mala, perdí la compostura y les dije que la literatura española merecía estar en el retrete, colgada de un clavo junto con los catálogos atrasados de Montgomery Ward. Estaba temblando de ira y me di cuenta de lo mucho que me estaba afectando auqel lugar»

Por ahí sí que no, Bill. Por ahí sí que no paso. ¡Y no me hagas hablar, que todavía te dejo mal!
Probablemente diría que ná, que fue un arrebato, tía, es que me tocaron los huevos con la literatura norteamericana, es decir, se estaban cagando encima de mí y de mis colegas, tenía que decir algo, era como permitir que mancharan su nombre…
Va, te perdono.

Y después de hacerme una idea de lo que podría haber sido Bill en vida durante esos años, el libro da un salto a 7 años después, en 1960. Esta vez, quien escribe es Allen, desde Lima, buscando algún consejo de Bill acerca de la ayahuasca. Habla sobre «El Ser», que vio tomándola, visiones varias, la lucha con la muerte… exactamente lo mismo que cuenta Castaneda en las enseñanzas de Don Juan. O muy parecido, con su propia interpretación. Viene con ilustraciones de «El Ser» y de «El Vomitador»dibujadas por Burroughs cuando editaban Cartas de la ayahuasca en 1953 y fotografiadas por Ginsberg. Le sigue un poema, que él define como «unos extractos de las notas del Éter, que tomé hace dos semanas en Lima, en clave menor.», del propio Ginsberg (en esta edición, traducido a español).

Le sigue la respuesta de Burroughs, con una locura de carta, propia de las vanguardias, en la que le propone que se haga un collage con las frases que a continuación le pone, para que las intercale y le dé su propio sentido. Ole y oleeeeeeeee. Ahora que me diga que no se había tomado nada cuando se le ocurrió esa idea. ¡Ja!

El libro termina con una nota de Ginsberg en 1963, en San Francisco y un escrito de Burroughs.

Conforme avanza este diario de bitácora (como lo definde la contraportada del libro) hay más innnovación en la forma de escribir de Burroughs, y algunos de los fragmentos los reutiliza después para el almuerzo desnudo. Que le he cazao, a la primera, chatos. Lo de «estraperlistas de la tercera guerra mundial», no lo he olvidado. Ese párrafo en el Almuerzo Desnudo, oh, sí!!! Y he aquí la prueba, ahmicos. -¿CSI? -Sí, dígame.

«Practicantes de impensables oficios obsoletos garabateando en etrusco, adictos a drogas no sintetizadas todavía, camellos de harmina adulterada, la droga reducida a puro hábito que ofrece una precaria serenidad vegetal, líquidos para introducir el latah, antibióticos cortados, suero titónico de la longevidad; estraperlistas de la tercera guerra mundial, buhoneros vendiendo remedios para enfermedades provocadas por la radiación, investidadores de infracciones denunciados por banales y paranoicos jugadores de ajedrez (…)»
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«Practicantes de oficios inconcebibles y ya olvidados, estraperlistas de la Tercera Guerra Mundial, excisores de sensitividad telepática, osteópatas del espíritu, investigadores de infracciones denunciadas por suaves ajedrecistas paranoicos, (…)» (El Almuerzo desnudo)

Hasta la próxima señores, agradecida como siempre.

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«yo me estaba quitando del jaco y el tío no hacía más que darme la lata, que por qué me engañaba a mí mismo, que una vez que eras yonqui lo eras para siempre. Que si dejaba el jaco me convertiría en un borrachuzo baboso o me volvería loco metiéndome cocaína

«Los de la Policía Nacional andan arrastrándose por todas las esquinas, torpes y cohibidos, esperando pegarle un tiro a alguien o hacer algo, lo que sea, menos quedarse ahí parados, bajo la hostil mirada de la población. Tienen un enorme furgón de color gris que anda dando vueltas por la población, sin ningún detenido dentro. «

«Querido Allen:
Voy de regreso a Bogotá sin haber conseguido nada. Me han timado los chamanes (el más incorregible borracho, mentiroso y vago del pueblo suele ser el chamán), me han metido en la cárcel, y me ha dado el palo un buscavidas local (creí que me iba ac omer ese indecente culito montañés, pero el chaval ya se había acostado con seis trabajadores petrolíferos norteamericanos, un botánico sueco, un etnógrafo holandés, un padre capuchino conocido en la localidad como la Madre Superiora, y un trotkista boliviano que anda en busca y captura; aparte de haberle dado conjuntamente por culo la Comisión del Cacao y la Point Four). Finalmente, caí víctima de la malaria. Te relataré los hechos en orden más o menos cronológico (…)«

«El brujo de Mocoa me había dicho que si una mujer está presente durante la fase de preparación, la ayahuasca se estropea al instante, y que cualquiera que la beba se envenenará, o como mínimo se volverá loco. El viejo rollo de que ‘las mujeres son seres sucios y en ciertas circunstancias hasta venenosos’. Yo me dije que la ocasión era perfecta para someter a prueba el mito de la polución femenina de una vez por todas, con siete criaturas del otro sexo pegadas a mi espalda, metiendo palos en el brebaje, tocando la ayahuasca y riéndose.»

«24 de Mayo

Departamento de historias aburridas. Me han vuelto a robar. Las gafas y una navaja de bolsillo. Estoy perdiendo todos mis malditos objetos de valor en el servicio activo.
Ésta es una nación de cleptómanos. En toda mi experiencia como homosexual nunca había sido víctima de tantos estúpidos hurtos de objetos que no pueden resultarle de posible utilidad a nadie. Incluyendo las gafas y los cheques de viaje

«¿Has leído El país del os ciegos, de H. G. Wells? Es sobre un hombre que está atrapado enun país donde todos los demás habitantes son ciegos desde hace tantas generaciones que ya no saben lo que esla visión. El tío flipa.
Pero es que yo veo, ¿no lo entendéis?

Tuyo,
Bill.»

«A las 5 de la tarde me tomaba unas copas en un restaurante chino, donde el dueño se hurgaba losdientes y repasaba las cuentas. Qué lúcidos son, y qué poco esperan de la vida. Yo diría que el tipo tenía pinta de yonqui, pero con los chinos nunca se sabe. Todos ellos son básicamente yonquis en su manera de ver la vida

«Vagabundos de tersos rostros cobrizos pulolan en los portales, haciendo girar cabezas disecadas que cuelgan de cadenas de oro, sus caras impasibles como la calma ciega de un insecto.
Detrás de ellos, más allá de las puertas abiertas, mesas y cubículos, y mostradores y salas y cocinas y baños, parejas que copulan en hileras de camas de latón, mil hamacas entrelazadas, yonquis buscándose la vena, fumadores de opio, fumadores de hachís, gente comiendo, hablando, bañándose, cagando entre una neblina de humo y vapor

11 comentarios en «Las cartas de la Ayahuasca / William S. Burroughs; Allen Ginsberg»

  1. Pues yo quiero hacer que suene como lo segundo.

    -Toc, toc.
    -Me cago en dios, ya está dando por culo algún gilipollas llamándome a la puta puerta. ¿No me pueden dejar en paz?

    Me encargo de mantenerlo así día tras día.

    ¿Qué te habías metido para ver el libro así? ¿LSD?

  2. esta es la critica mas desquiciada que le he leido señorita Bandassos (si, ya se que es con V, pero bueee…). He flipado en colores sin tomarme nada de como se come usted los libros…se come todo asi? seria acojonante.

    Bueno, que mu bien que tambien me ha hecho fan del Burroughs ese y del Ginseng (vale vale…era Ginsberg).

    (esta vez la palabra de verificacion ers «basto»)

  3. c.chase: No,no. Va contra mis principios: no drogarse (y lo de medicarse evitarlo siempre que se pueda) con nada sintético / obtenido en laboratorio / químico. Vamos, verlo, lo que sedice verlo, yo lo veía normal. Lo que pasa esque me hinqué 3 canutos y me puse a jugar con la foto que hice y con el gimp (que le den al photoshop)… y bueno… este es el resultado. La distorsión la llevaba en la cabeza, que no en los ojos.
    Una hora de tiempo perdida bajo efectos de las drogas buenas.

    anónimo: No hay provlema con que escriva mi nomvre con B, antes se escrivía con B, pero el avuelo lo canvió para que dejaran de llamarle el vorracho de los bandassos.
    Sobre si me como todo así, me niego a responder, no me gusta presumir.
    Le tiene calado la cabrona de la verificación. Y a mí me tiene despistadísima.

    Graccie taaaaaaaaanti,ahmicos.
    Todavía no sé cuál es la próxima parada.

    PD: Deberían permitir editar, ¡¡¡cabrones!!!

  4. ¡¡¡ Qué pasada !!!

    Vengo rebotado del Chase y tengo los ojos como platos… Fante, Buk, Yonki de Burroughs; ¡Y para colmo! Hoy mismo actualicé con un poema de Ginsberg.

    Son las 5:05 de la madrugada; hora capicúa.

    Otro palíndromo: ¿A Bucaramanga? Magna mar, a Cuba!

    Mañana, más lúcido, releo todo en condiciones.

    ¡Un pLSDacer!

  5. Vaya entrada más lisérgica, se me han aparecido El Ser, El Vomitador, y también Mescalito… ahora tendré que invitarles a algo.

  6. tomaré eso como una respuesta afirmativa, uuuuuuuuuuu se me pone la canne de gallina jjaajja

    la palabrita de hoy no tiene nada (tal vez) «sipisc»

  7. cyber: un placer, ojee también la novela que tiene enlazada al blog. Cómo me gustaría poder imprimirlo sin tener que estar haciendo 500 corta y pega.

    jazziturno:me alegra que compartamos gustos, nos leeremos a menudo. Y tome, otro palíndromo pa usté (por cierto, ¿ha visto la peli de palíndromos?, menuda jartada) Etílica fama facilité.

    Anónimo: Ahora mismo no me puedo permitir el desvariar hasta encontrarle sentido a sipisc. Tengo la cabeza y el estómago tomados por Jhonny Walker. ¡Qué hombre!

  8. In girum imus nocte et consumimur igni.

    (debatiendo sobre la noche en la que nos consumimos en el fuego…)

    El mejor palíndromo posible, joder.

    En cuanto a las cartas… bueno… nada…

    Liberación extrasensorial… mental… simbólica… total.

    Conciencia en vuelo interminable.

    Misticismo.

    Un saludo grande. Un placer leerla.

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