Hacía mucho que no leía a Saviano, tampoco es que sea uno de mis autores fetiche pero la temática que trata me atrae. Para mí primero fue Gomorra el libro (del que en su día escribí una reseña), luego la peli, luego la serie. Después fue Cero,Cero,Cero y ahora Amazon acaba de sacar su serie correspondiente (que se llama Zero,Zero,Zero). El primero va sobre la camorra napolitana y el segundo sobre el tráfico de coca. La verda es que «Gomorra» me pareció bastante denso en muchas partes, tardó bastante en llegar la acción. De Cero,Cero,Cero no tengo un recuerdo claro del libro, básicamente se explicaba la ruta desde que se compra, el transporte, la distribución, etc. en el contexto de la camorra. Así que hasta ahora me ha gustado más la parte audiovisual que la textual.
Pero ahora vamos con «La banda de los niños».
Para empezar diré que hay una segunda parte que se titula Beso Feroz y que me leeré antes o después. Esto ya sugiere que me ha gustado, sí. Es la historia de unos chavalines (todos menores de edad) de Nápoles que quieren hacerse hueco en las calles, ser los amos, dominar las plazas.
La historia en sí es como estar viendo una serie como Gomorra, Suburra o Romanzo Criminal pero con chavales que tienen diez años menos (y que no pertenecen a ningún clan concreto). Son críos y actúan como tal en muchos casos.
La novela comienza con una paliza que le mete Nicolás (alias «El Marajá», el protagonista, el que desde el primer momento sabes que va a ser el capi) a un chaval que le anda dando likes a su chica (Letizia) por Facebook.
Soy violento, soy un zurullo. Me puedes acusar de todo. Lo hago porque cuando pienso en ti es una especie de fuego. Pero, en vez de consumirme, quemo más y me hago más fuerte. No puedo hacer nada. Si alguien te mira, lo quiero castigar, es más fuerte que yo. Es como si te consumiera.
Para que os hagáis una idea del personaje.
Ya sabéis, en este tipo ambientes una de las cosas elementales es saber ganarse el respeto de la gente (¡si hasta en el GTA tienes puntos de respeto!) y otra es el tener claro que existen dos bandos universales:
Existen los jodedores y los jodidos, nada más. Existen en cualquier sitio y han existido siempre. Los jodedores de cualquier condición tratan de sacar beneficio, sea una cena ofrecida, un pasaje gratuito, una mujer que quitarle a otro, una carrera que ganar. Los jodidos de cualquier condición llevarán las de perder.
No siempre los jodidos lo parecen, a menudo se fingen jodedores, así como es natural que exista también lo contrario, es decir, que muchos de aquellos que parecen jodidos sean, en realidad, unos jodedores violentísimos: se disfrazan de jodidos para elevarse al grado de jodedores con más imprevisibilidad. Parecer derrotados o servirse de lágrimas y lamentos es una tipica estrategia de jodedor.
El problema es que unos críos difícilmente sepan ganarse el respeto con mano izquierda ¿o sí? Tendrán que vérselas con clanes ya establecidos de personas adultas con poder, pero como las ratillas que son, seguramente algo saquen. Tampoco os quiero destripar la historia solo diré que vais a encontrar críos envueltos en (o ejecutando) persecuciones, palizas, amenazas, extorsiones o asesinatos y portando armas o drogas en la mochila del cole.
Tenían el rostro de los niños que ya lo saben todo, hablaban de sexo y de armas: ningún adulto, desde que los habían parido, nunca había creído que hubiera verdades, hechos y comportamientos inadecuados para sus oídos. En Nápoles no hay vías de crecimiento: se nace ya en la realidad, dentro, no la descubres poco a poco.
He de decir que como la localización es Nápoles y el autor es muy de nombrar calles, plazas y demás, he hecho un ejercicio de turismo camorrista con el muñequito de google maps y os aseguro que el viaje del libro ha mejorado sustancialmente.
Te los imaginas en sus motillos, un día yendo por esas calles estrechas a toda velocidad y otro parados en esa otra plaza tramando algo.
La verdad es que creo que voy a empezar a utilizar esta técnica de forma habitual en los libros que se mencionen calles y sitios reales que no conozca. Es posible que así se pierda parte de la imaginación, pero bueno, no todos los autores concretan las localizaciones. A esos les dejo mi imaginación al completo, para ellos. Sin embargo, no puedo negar que me gusta el realismo de cualquier tipo, por tanto, conocer la localización real siempre me va a satisfacer.
Bueno, volviendo al hilo del libro, se lo recomendaría a aquellos que busquen una lectura ágil con temática de bandas/camorra. Es decir, si te gusta cualquiera de las series mencionadas (Gomorra, Suburra o Romanzo Criminale) seguramente te guste este libro. Como valor añadido, en este libro los protagonistas son niños: algo que ninguna de esas tres series tiene.
Niños los llamaban y niños eran de verdad. Y como quien aún no ha empezado a vivir, no tenían miedo de nada, consideraban a los viejos ya muertos, ya enterrados, ya acabados. La única arma que tenían era la ferocidad que los cachorros de hombre aún conservan. Animalitos que actúan por instinto. Muestran los dientes y gruñen, eso basta para que se cague encima el que está enfrente. Volverse feroces, sólo así quien aún infundía temor y respeto los tendría en consideración. Niños, sí, pero con pe-lotas. Crear desconcierto y reinar sobre él: desorden y caos para un reino sin coordenadas.
PD: no puedo ocultaros que tengo la sospecha de que, seguramente, si hacen serie o peli de esto, me guste más o igual que el libro (como viene pasando con Saviano).
Un comentario en «La banda de los niños / Roberto Saviano»