Primera lectura del año, qué digo, de la década. El segundo de Ruiz Zafón que me leo, el primero fue -como adivinaréis- «La sombra del viento» hace ¿cuántos-mil años? (ya me respondo yo, 18 años aproximadamente). Recuerdo que me entusiasmó en su día, subrayé tantos párrafos…
Pero luego llegaron las entrevistas al autor. Y me cayó tan mal que pasó a mi cementerio de los autores olvidados (guiño guiño). Con el tiempo eso parece que ha ido perdiendo relevancia para mí y cuando hace unas semanas ví este libro en casa de mi madre, ahí, esperando desde hace muchos años a ser leído, lo cogí. Tenía la certeza de que sería de los que se leen a tal ritmo que ni te das cuenta de que ya te lo has terminado y no me equivocaba.
La verdad es que el tío escribe bien y consigue que les cojas aprecio a los protagonistas. No descarto que termine algún día con la tetralogía de «El cementerio de los libros olvidados», este es el tercero. Me faltarían por leer: El juego del ángel (segundo libro) y El laberinto de los espíritus (cuarto y último).
Al lío. Una nueva historia de misterio ambientada en Barcelona, durante las navidades de 1956, que gira alrededor de Fermín Romero de Torres (personaje erudito, algo canalla y con multitud de secretos) y Daniel Sempere (librero). Prácticamente no me acordaba de ellos, así que he ido reconociéndolos poco a poco. Si es que te tienen que caer bien, aunque Fermín pueda sacar de quicio a cualquiera en ciertos momentos (cuando empiezan las generalizaciones hombre-mujer, me da un poco de repelús, aunque esto sale tanto de Fermín como de otros personajes…)
«-Ay, si el pobre está que ni se le ve con la de kilos que ha perdido. Me tiene preocupadísima.-Ya verás como a partir de ahora remonta. Los hombres son así, como los geranios. Cuando parece que están para tirarlos, reviven»
La trama comienza cuando aparece por la librería Sempere e hijos una misteriosa figura preguntando por Fermín. A raíz de esto, se irá revelando parte del pasado de Fermín, -como siempre- entrelazado con el de su protegido Daniel Sempere y su librería.
Entiendo que el autor diga, en una nota previa a la novela, que pueden leerse los libros en cualquier orden ya que son todo historias paralelas pero entrelazadas. Seguramente me haya perdido muchos guiños a las otras novelas no leídas (y a la leída seguro que también, al no recordar la trama).
«-Pobre de mí -dijo Fermín-. Si soy todo boquilla. Ya no soy el de antes.
–Ninguno somos el de antes.
Fermín degustó su par de flanes con fruición.
-No sé ahora dónde leí una vez que en el fondo nunca hemos sido el de antes, que sólo recordamos lo que nunca sucedió… -dijo Fermín»
Aunque la novela se sitúa alrededor de 1956/57, puesto que se centra en desvelar parte del pasado de Fermín, el argumento nos planta directamente a la postguerra (1940). No es un libro que entre demasiado en el asunto, pero sí que parece que el autor tiene algo que decir al respecto:
«Yo no soy de ningún bando -repuso Fermín-. Es más, las banderas me parecen trapos de colores que huelen a rancio y me basta ver a cualquiera que se envuelva en ellas y se le llene la boca de himnos, escudos y discursos para que me entren cagarrinas. Siempre he pensado que el que siente mucho apego a un rebaño es que tiene algo de borrego.»
El libro me ha gustado, sí, pero tampoco me ha maravillado. Una aventurilla con varios hilos argumentales que se entrelazan en más de una línea temporal y, todo esto, sin que te resulte tedioso seguirlo. A veces cuando se dan estas circunstancias puede ser fácil perderse, pero no es el caso. Si te gustan los libros (eso fijo que sí, porque sino no estarías leyendo esta entrada), Barcelona, los personajes locuaces, el misterio y las aventuras, este podría ser un acierto de libro. Pero tampoco esperes mucho más.
«…declaró en el juicio que la única buena costumbre que él defendía era la de leer y que el resto era asunto de cada uno»
PD-HATER: según abres el libro te encuentras unas cuantas páginas con extractos de reseñas de la crítica vanagloriando a la saga y al autor. No recuerdo haber visto eso en ningún otro autor, lo habitual es que venga en la contraportada, en alguna de las dos solapas o en la faja, pero no recuerdo a ningún otro autor que dedique páginas a esto. A lo mejor es cosa exclusiva del Cículo de lectores sin consultárselo al autor (PERO). Es que este tono, amigos, es el tipo de desentone que en su día consiguió que dicidera no volver a leer nada suyo… 😉
«-¿Sabe, Daniel? A veces pienso que Darwin se equivocó y que en realidad el hombre desciende del cerdo, porque en ocho de cada diez homínidos hay un chorizo esperando a ser descubierto -argumentaba.»
«-No se ofenda, Daniel, pero tiene usted el problema clásico de los hombres que se casan con una fémina de bandera. La señora Bea, que para mí es y será una santa, está, en el vernáculo popular, para mojar pan y rebañar el plato con los dedos. En consecuencia, es previsible que crápulas, infelices, chulopiscinas y toda clase de gallitos al uso le vayan detrás. Con marido y niño o sin, porque eso al simio embutido en un traje que benévolamente llamamos homo sápiens le trae al pairo. Usted no se dará cuenta, pero yo me jugaría los calzones a que a su santa esposa le salen más moscas que a un tarro de miel en la Feria de Abril. Ese cretino es simplemente un ave carroñera que tira piedras a ver si le da a algo. Hágame caso, que una mujer con la cabeza y las enaguas bien puestas a los de esa ralea los ve venir de lejos.»
Completamente de acuerdo con vos, enganchada al cementerio de los libros olvidados. Me falta el cuarto y tengo muchas ganas!!!.
Me hace gracia que las recomendaciones sean » el último trayecto de horacio Dos», para mí no es el mejor que le he leído al gran Mendoza pero sobre todo es curioso que ayer viendo un capítulo de «Dos hombres y medio», el niño se tenía que leer «El señor de las moscas» y ahí está!! Nos observan!!! Reconozco que no he leído el libro porque hace cien años la pusieron en el canal plus y la vi, muy dura, inolvidables escenas.
Por cierto, se te pueden hacer recomendaciones? Sé que no las necesitas pero…
¡Por supuesto! Toda recomendación es bienvenida y además por esta vía, como queda para la posteridad, no dependo de mi memoria.
Un besote y gracias 🙂
Es un refresco volver a leerte. Leí El Juego del Ángel y luego empecé El Prisionero y no pude seguir. Se me hizo repetitivo. Me cansó el lenguaje. Le daré otra oportunidad, supongo, porque quiero ver dónde para la saga, pero Zafón me parece un escritor mediocre. Ha tomado una vena de escritura y, me da la sensación, no quiere innovar fuera de ella. Me pasó cuando leí la Sombra del viento y un poco después Marina, demasiado parecidos (uno más extenso). De momento lo tengo paralizado.
Jajajajaja, gracias Diego. Para mí es el segundo con más de diez años en medio así que supongo que no he dado tiempo a que me sature.
Pero no están tan lejanas nuestras apreciaciones.
Un abrazo!!!