Hoy hace acto de presencia en el blog un personaje mítico, cuya existencia conozco desde hace años, pero que hasta ahora no había tratado. Hablo del carismático y aventurero Corto Maltés, creado por Hugo Pratt, y con el cual me estreno por medio de Las célticas, publicadas por Norma Editorial. Este tomo (el cuarto de la serie en blanco y negro que la editorial dedica al marinero) se compone de seis historias precedidas por una extensa e interesante introducción sobre autor y personaje. Los títulos que incluye son:
- El ángel de la ventana de Oriente
- Bajo la bandera de oro
- Concierto en O’ menor para arpa y nitroglicerina
- El sueño de una mañana de invierno
- Vinos de Borgoña y rosas de picardía
- En el tinglado de la antigua farsa
¡Qué decir! ¡Menudo estreno! Ya sabéis que de vez en cuando me apetece sumergirme en literatura aventurera y Corto Maltés ha resultado una muy buena solución para esos momentos. Me ha encantado y entiendo perfectamente que este personaje y sus tebeos tengan tantos admiradores de todas las edades, son magníficos.
Algunos apuntes sobre Hugo Pratt
Para aquellos que, como yo, se adentren por primera vez en estos clásicos, la serie de Norma Editorial parece una muy buena opción gracias a la extensa introducción que precede a las seis historietas. En este preludio se nos habla de la vida del autor Hugo Pratt y sobre la de su hijo predilecto: Corto Maltés.
Hugo Pratt nació en Venecia, en 1927, si bien sus orígenes familiares son variopintos: por parte de abuelo paterno: inglés; abuena materna: veneciana de origen toledano sefardí; su familia materna: veneciana, también de origen sefardí pero convertidos al cristianismo. Su tío, al que estaba muy unido, era marino mercante y, seguramente, su figura terminó siendo el germen de Corto Maltés un par de décadas después.
Cuando solo tenía 10 años, en 1937, su familia se trasladó a Etiopía. Luego comenzó la Segunda Guerra Mundial y las cosas se complicaron. En 1943 su madre y él abandonaron Etiopía, sin embargo su padre terminó preso y falleció al año siguiente en un campo de concentración. Según cuenta la introducción, la última vez que vio a su padre este le regaló un ejemplar de La isla del tesoro.
En 1945 empezó a dibujar historietas y a hacerse un pequeño hueco en el mundo del cómic en Italia; dos años después emigró a Argentina, donde la carrera como dibujante de este «vagabundo de la vida» empezó a despegar. Hasta 1967 no apareció la primera historieta de Corto Maltés, a la que siguieron ventiocho más (y muchas otras obras). Finalmente, falleció en Suiza en 1995, donde residió durante la última década de su vida.
Corto Maltés, ¿marinero y qué más?
Corto nació (recordemos que es un personaje ficticio, pero con una biografía extensa) en Malta en 1887, hijo de un marinero inglés y de una gitana de Triana [ahí es ná]. Su infancia la pasó en Córdoba, sin embargo ninguna de sus historias se desarrollan ahí.
NOTA: A principios de los 90, Hugo Pratt visitó la ciudad andaluza y presentó doce ilustraciones de lo que parecía que podría ser el germen de una historia en la que «Corto vuelve a Córdoba». Por desgracia, nunca se llegó a escribir. Al menos, quedaron las ilustraciones.
Sus historias se desarrollan durante las tres primeras décadas del siglo XX, por lo que aparecerán conflictos como la Primera Guerra Mundial, la independencia de Irlanda o la Guerra Civil Española (en esta última, ayudando a las Brigadas Internacionales). En ese entorno, Hugo Pratt mezcla realidad y ficción (en Las célticas podremos encontrarnos al Barón Rojo o a Hemingway).
Corto Maltés es un personaje misterioso, resolutivo e ingenioso, algo pícaro, pero con un gran sentido de la justicia. Sin duda, un héroe imperfecto con cuyas aventuras está asegurado el entretenimiento para todas las edades.
Las célticas
¿Debería haber empezado por el principio para acercarme a Corto? Es probable, pero la introducción que trae esta edición sirve para acercar al lector a Hugo Pratt y, sobre todo, a Corto Maltés. Así, cuando te plantas ante El ángel de la ventana de Oriente estás más que situada aunque sea «tu primer Corto».
Como comentaba al principio, todas las historias que se incluyen en Las célticas me han gustado mucho. Se trata de un tebeo con mucha narrativa y cuyos argumentos casi siempre ofrecen algún tipo de sorpresa, giro o guiño que consiguen establecer una especie de complicidad con quien lee. La aventura y la intriga están presentes, y hasta tiene ciertos tintes sobrenaturales o mitológicos.
Si tuviera que elegir una de las seis historietas, creo que me quedaría con El sueño de una noche de invierno. Aún así, todas ellas me han atrapado en el mundo de Corto: me lo he leído del tirón y he terminado con un sabor de boca estupendo. Y ni empachos ni acideces.
Éste es para leerselo, enhorabuena.
Gracias
Muchas gracias, me alegra que te haya gustado 🤩
Tiene muy buena pinta, mil gracias por la reseña
Gracias a ti por pasarte 😀