Como he comentado en alguna que otra entrada, admiro bastante a Baltasar Gracián. Hoy he cruzado la mirada con este libro, que estaba tan tranquilo en su estante, y cuando he ido a buscar en el blog si hice reseña en su día me ha sorprendido descubrir que no. Y este libro se merece reseña.
Baltasar Gracián (1601 – 1658) fue un escritor, religioso (jesuita), teólogo, filósofo, profesor de gramática… no demasiado bien visto en su orden religiosa. Tanto que tras finalizar El Criticón -en la recta final de su vida (1657)- se le retiró la cátedra de Escritura del Colegio Jesuita de Zaragoza, le obligaron a hacer penitencia de ayuno a base de pan y agua (se le prohibió también tener utensilios con los que escribir) y le destinaron a un pueblo de Huesca. Al año falleció. 🙁
Sus primeras obras se publicaron bajo el nombre de su hermano, Lorenzo Gracián. El Héroe se publica por primera vez, con ayuda de Vicencio Juan Lastanosa, en 1637: hay ejemplar de esta edición, dedicada a Felipe IV, en la Biblioteca Nacional. Si sentís curiosidad podéis explorarla digitalmente en este enlace.
Y ahora vamos a por El Héroe, uno de esos libros por los que pasa el tiempo magníficamente. Al fin y al cabo habla del ser humano, de la moral más profunda, de cosas que no cambian tanto a lo largo de los siglos. Este libro estoy segura de que le gusta mucho a Lucio, el profesor de filosofía y protagonista de «Confesiones de un apestado» (reseñado hace poquito).
Los capítulos, llamados «primores», abarcan cada una de las excelencias máximas en el varón máximo.
Sacar un varón máximo; esto es milagro en perfección y, ya que no por naturaleza rey, por sus prendas es ventaja.
Formáronle prudente Séneca; sagaz, Esopo; belicoso, Homero; Aristóteles, filósofo; Tácito, político; y cortesano, el Conde.
Yo, copiando algunos primores de tan grandes maestros, intento bosquejarle héroe y universalmente prodigio
Bueno, «varón», estoy segura de que si Baltasar Gracián hubiera nacido en el Siglo XX utilizaría «Ser humano». Algo así como: las mejores virtudes del mejor ser humano posible.
Aquí tendrás una, no política ni aun económica, sino una razón de Estado de ti mismo, una brújula de marear a la excelencia, una arte de ser ínclito con pocas reglas de discreción.
Escribo breve por tu mucho entender; corto, por mi poco pensar. Ni quiero detenerte porque pases adelante.
Mentando diferentes personajes ilustres va desgranando las características que debe cumplir un héroe. Algunas de ellas las considera como «prendas naturales» o innatas, como el valor, el don de gentes o el desenfado. Otras de las cualidades principales «que vienen de serie» (o no) son: el juicio y el ingenio (habilidad de palabra unido a la agudeza) teniendo en cuenta que ambos, al final, alimentan al entendimiento.
La valentía, la promptitud, la sutileza de ingenio sol es de este mundo en cifra, si no rayo, vislumbre de divinidad. Todo héroe participó exceso de ingenio.
En cambio otras requieren esfuerzo propio, son las que terminan de construir al héroe. Algunas de estas considera Baltasar Gracián que son la discreción, la humildad, la constancia o el buen gusto.
El más poderoso hechizo para ser amado es amar. Es arrebatado el vulgo en proseguir, si furioso en perseguir.
El primer móvil de su séquito, después de la opinión, es la cortesía y la generosidad: con estas llegó Tito a ser llamado delicias del orbe.
En este pequeño libro se busca el modelo ideal de perfección. En las siguientes obras continuará concretando este héroe como un ser político, discreto y prudente, etc. Lo bueno de Gracián es que es bastante claro con los títulos de sus libros, sabes a lo que vas en cada uno de ellos.
La verdad es que es un libro que me encanta. Para quienes no estén acostumbrados a leer autores de esa época es posible que les resulte un poco «enrevesado» ese modo de hablar, pero merece la pena ser paciente e intentar comprender. En cuanto te acostumbras al modo de escribir del autor, con sus figuraciones y juegos de palabras continuados, descubres la visión de un maestro. A Yoda nadie le dice nada por hablar al revés.
Cómo se nota que este escritor te gusta, tocas todos los palos y nos descubres lo importante de los escritores y de sus libros. Gracias
Se me nota en la mirada, que vivo enGracianada… 😁😁😘