Océano Mar / Alessandro Baricco

Una delicia de Baricco más.

 

En esta ocasión la novela se desarrolla en la posada Almayer, situada a orillas de algún océano (en mi caso se trata del atlántico, en alguna playa coruñesa albergada en mi memoria) y a la que han llegado los personajes por diferentes motivos.
Cada uno de ellos conlleva su propia historia previa, pero prácticamente todos tienen en común que en esa posada tratan de encontrar paz para sus vidas de algún modo.

 

En un principio no me enteraba mucho de qué coño iba la historia porque va saltando de un personaje a otro demasiado rápido, pero en seguida ya le coges el rollo al libro. Como siempre la forma de escribir de Baricco es, como poco, bastante original. La prosa poética, los diálogos de locos, el hilo de suspense con alguno de los personajes.

 

 

  • Un naufragio.
  • Un famoso pintor que abandonó su vida de lujo y su clientela para dedicarse a pintar el mar; la mayoría de los lienzos aparentemente blancos, con 4 trazos de agua de mar.
  • Un profesor cuyo único empeño es descubrir los límites del mar.
  • Una madre-mujer-esposa arrepentida tratando de purificarse el espíritu.
  • Una niña tratando de purificarse el cuerpo.
  • Un misterioso huésped que no abandona su habitación.
  • Los niños que aparentemente gestionan el hotel.
  • Un cura loco que crea sus propias oraciones.



Todo esto estructurado en 3 partes.
La primera titulada como “Posada Almayer” presenta la posada y sus “empleados” junto con los inquilinos de ésta, el por qué de estar ahí.
La segunda parte, titulada como “El vientre del mar”, habla sobre un naufragio que tuvo lugar el algún océano (¿será el mismo que el de la posada?). Amor y sed de sangre.
La tercera y última, “Los cantos del retorno”, es una especie de epílogo en el que aparecen escritos de los distintos huéspedes del hotel.


Un libro molón, molón.

Ahora miro la orilla con otros ojos distintos a los de antes.

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«Me lee libros de vez en cuando. No me hacen daño. Mi padre no quisiera, pero… en fin que hay historias hasta… emocionantes, ¿comprendéis?, con gente que mata, que muere…, pero podría escuchar cualquier cosa si proviene de un libro, es extraño, soy capaz hasta de llorar y es algo muy dulce, no anda por en medio ese hedor a muerte, lloro, eso es todo«

 

 

 

 

«Lo que quiero decir es que yo la vida la deseo, haría cualquier cosa para poder tenerla, toda la que haya, tanta hasta enloquecer, no importa, puedo incluso enloquecer, pero esa vida no quiero perdérmela, yo la deseo, de verdad, aunque me hiciera un daño insoportable lo que deseo es vivir. Lo conseguiré, ¿verdad?

¿Verdad que lo conseguiré?«

 

 

 

 

 

«Solo, en medio de la playa, Bartleboom miraba. (…) Estudiaba el punto exacto en el que la ola, después de haber roto una decena de metros más atrás, se extendía –convertida en lago, y espejo y manca de aceite- subiendo por la delicada pendiente de la playa y al final se detenía –el borde extremo pespunteado por un delicado perlage– para vacilar un momento y al fin, derrotada, intentar una elegante retirada dejándose caer hacia atrás, por el camino de regreso aparentemente fácil, pero en realidad presa destinada ala esponjosa avidez de aquella arena que, hasta entonces indolente, despertaba de improviso y en la breve carrera del agua que rompía se evaporaba en la nada.

Bartleboom miraba.

En el círculo imperfecto de su universo óptico, la perfección de aquel movimiento oscilatorio formulaba promesas que la irrepetible unicidad de cada ola en sí condenaba a no ser mantenidas.«

 

 

 

 

«Está en una playa enorme, donde no se estanca el aire pegajoso de un tálamo nupcial sino que sopla el viento del mar trayendo el edicto de una salvaje libertad reprimida, olvidada, envilecida por toda una vida de madre esposa amada mujer. Y está claro: no puede no sentirlo. Ese vacío alrededor, sin paredes ni puertas cerradas, y solo, delante, un interminable espejo excitante de agua, sólo con eso habría para una fiesta de los sentidos, una orgía de los nervios, y aún debe suceder todo, la dentellada del agua gélida, el miedo, el abrazo líquido del mar, la sacudida sobre la piel, el corazón en la garganta…

La acompañan hacia el agua. Por el rostro le baja, sublime ocultación, una máscara de seda.»

 

 

 

 

 

 

«Podía suceder cualquier cosa en aquel instante. La verdad es que hay momentos en los que la omnipresente y lógica red de las secuencias causales se rinde, cogida por sorpresa por la vida, y baja al patio de butacas, mezclándose con el público, para dejar que en el escenario, bajo las luces de una libertad vertiginosa y repentina, una mano invisible pesque en el infinito regazo de lo posible y, entre millones de cosas, sólo permita que ocurra una.»

 

 

 

 

 

 

«(…) que nadie pueda olvidar lo hermoso que sería si, para cada mar que nos espera, hubiera un río para nosotros. Y alguien –un padre, un amor, alguien- capaz de cogernos de la mano y de encontrar ese río –imaginarlo, inventarlo- y de depositarnos sobre su corriente, con la ligereza de una sola palabra, adiós. Eso, en verdad, sería maravilloso. Sería dulce la vida, cualquier vida. Y las cosas no nos harían daño,sino que se acercarían traídas por la corriente, primero podríamos rozarlas y después tocarlas y sólo al final dejar que nos tocaran. Dejar que nos hirieran, incluso. Morir por ellas. No importa. Pero todo sería, por fin, humano. Bastaría la fantasía de alguien –un padre, un amor, alguien. Él sabría inventar un camino, aquí, en medio de este silencio, en esta tierra que no me quiere hablar. Camino clemente, y hermoso. Un camino de aquí al mar.»

 

 

 

 

 

Nos salvaremos, por el odio que profesamos a los que nos han abandonado, y regresaremos para mirarlos a los ojos, y ya no podrán volver a dormir ni vivir ni escapar a la maldición que seremos para ellos nosotros, los vivos, y ellos, asesinados cada día, para siempre, por su propia culpa –quizás sea esa luz silenciosa o el mar, que oscila perezoso, como una tregua, pero lo que ocurre es que los hombres callan y la desesperación se convierte en mansedumbre y orden y calma.”

 

 

 

“¿Me escucháis,

Señor Buen Dios?

No es pediros demasiado

pediros que.

No es ofensa

esperar que vos.

No es idiota

ilusionarse con.

Y además sólo es una oración,

que es una forma de escribir

el perfume de la espera.

 

 

 

“Tenía una vida que me hacía feliz y dejé que se desmoronara con tal de estar junto a ti. No te amé por aburrimiento, ni por soledad, ni por capricho. Te amé porque el deseo que sentía por ti era más fuerte que cualquier felicidad. Y sabía además que la vida no es lo suficientemente grande como para abarcar todo lo que consigue imaginarse el deseo. Pero no intenté detenerme, ni detenerte. Sabía que lo haría ella. Y lo hizo. Estalló de pronto. Había esquirlas por todas partes, y cortaban como cuchillos.

 

 

5 comentarios en «Océano Mar / Alessandro Baricco»

  1. Te fecilito por tu blog, es muy interesante encontrar gente que de verdad ama la literatura. Me anoto la dirección de tu blog, tengo intención de leermelo enterito.

    Un Saludo

  2. Muchísimas gracias Mónica, a ver si me pongo las pilas porque en verano estoy todo el día golfeando, tardo más en leer y sobretodo en transcribir.

    Espero que sigas pásándote y cuando coincidamos en libros leídos, me cuentes tu opinión, será un auténtico piacereeee!!!!

    Los próximos qu aparecerán serán:
    -3 obritas de teatro de Chèjov (EL tío Vania, la gaviota y el jardín de los cerezos)
    -un libro del Punset (!!!) que se llama Cara a cara con la vida. Un poquito de ciencia, nunca viene mal (te remito a amor y pedagogía de unamuno, la entrada es el 24 de abril de 2007).

    Un abrazo.

  3. Sigo explorando tu blog y me encontré con Océano Mar de Baricco. Un libro que me gusto mucho. No estoy totalmente seguro, pero creo que Barrico le puso Almayer a la pasada en homenaje a un bello libro escrito por Conrad llamado “La locura de Almayer”.

    Tu leíste este libro imaginando el Atlántico, yo recuerdo que lo termine a las orillas del pacifico en una tarde de Verano.

    Yo también te sigo leyendo y disculpa por ser tan constante en los comentarios de tu blog , pero no lo puedo evitar , ya que recién estoy descubriendo los tesoros que hay en el.

    Pd: Me puedes tutear tenemos la misma edad

    Saludos.

  4. Gracias, he podido leer algunos de los párrafor de Baricco en español. Hace algunos años lo leí en italiano pero sabes, me ha entrado una gran necesidad de leerlo en español
    Peregrina
    joyazul.net

  5. Gracias, gracias, porque necesitaba recordar Oceano Mar y gracias a ti todas las sensaciones han regresado a mi piel…
    voy a tener que leerte a menudo…

    Un abrazo

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