Sé que tengo esto más seco que el desierto de Atacama, os prometo que hay una razón (y ya no voy a tardar mucho en desvelarla). Pero tenía que comentar Atlas Rider, aunque fuera de forma breve, porque lo que ha hecho Idriss Mouhoub (aka Drisket) merece una entrada.
Sobre la autoedición
Cuando las cosas se hacen más que bien, hay que decirlo. Me perdí la firma en la FLM, pero tenía que pillarlo «para apoyar». Y ná, lo de apoyar se ha quedado en mera anécdota, porque esto es que está hecho fetén.
En el rollo de los libros, mucha gente se autoedita simplemente porque quiere (necesita) darle salida a lo suyo, verlo en físico o trascender de alguna forma. Guay. Sentirse bien es importante.
Luego también hay quien lo hace pensando que lo suyo es de Nobel (con «b»): la humanidad necesita conocer su obra. Estupendo. Hay que quererse.
La cuestión es que muchas veces, bien por las prisas bien por falta de conocimientos (corrección, maquetación, impresión, encuadernación), se publican cosas que… MEH. Y todo eso sin entrar en lo verdaderamente importante: qué me estás contando y cómo me lo estás contando. Total, que la autoedición termina generando desconfianza.
Y es LA HOSTIA cuando pillas una autoedición, por apoyar, y te encuentras con algo como Atlas Rider que sale bajo el sello de Entik Records Books. Se notan los años que se lleva gestando esto y la dedicación empleada salta a la vista.
Atlas Rider: la novela gráfica
La historia posapocalíptica no defrauda, me flipan esas movidas, y esta está guay. Tiene todos los ingredientes necesarios: un héroe que mola con su misión correspondiente, un sistema corrupto de mierda, y ese tipo de cosas donde encuentras concienciación y crítica social todo el rato. Pero también humor. El tío que llevaba al lado en el autobús mientras lo leía, me miraba cada vez que me reía.
¿Los dibujos? Guapísimos también, a tinta. Aquí va un ejemplo (del chine que se pilla el notas cuando se le manchan las Airmax con sangre: guiñazo a la cultura de zapas en el Hip Hop, por si alguien no lo había pillao):
Además, a lo largo de la historia, van apareciendo distintos QR que te enlazan con temas en Spotify o YT (que no son necesarios en absoluto para seguir la historia, por si a alguien le preocupa esto), pero no te llevan a una playlist cualquiera, sino a la del disco de Atlas Rider, donde todas las producciones las ha hecho también el autor. Idriss Mouhoub es de esos (pocos) tipos del renacimiento: que lo mismo te produce, que te rapea, que te hace un videojuego o que te hace un cómic. El Coleta es otro. Y el Sholo Truth si quisiera, también.
En serio, he leído muchas movidas con tiradas de miles de ejemplares, publicadas por editoriales pros, a las que este cómic no tiene nada que envidiar. Tanto desde el punto de vista del contenido como del continente.
Props pa esto.
Como mola. Y te echábamos de menos. Gracias como siempre.