Para ser Kundera no me ha entusiasmado pero reconozco que es MEA CULPA, porque de cada 20 referencias de autores/libros que hace, me suena una. Y ya leer algo suyo… creo que un par de Dosto y te Kafka junto con Baudelaire que también lo menciona. Pero ná más. Vamos, que ni me he leído el Quijote (¿llueven capones?) aunque al menos con esa sí sé de qué va a historia… y me mola las valoraciones que hace. Ni Madame Bovary, ni Ulises…
¿Quién coño es Gombrowicz? ¿Y Broch?
Vamos, que mucho clásico pero que desconozco. Menos mal que soy joven y me queda tiempo para seguir…
Es un ensayo sobre la novela en sí, su evolución, su forma, las distintas corrientes que existen para juzgarlas y tal. El problema es que, como ya he dicho, me he dado cuenta que no tengo PERO NI PUTA IDEA de literatura Europea.
Así que he encontrado muchas reflexiones de Kundera con las que estoy de acuerdo, pero taaaaantas otras que no puedo valorar… un poco frustrante todo.
PD: Vuelvo a la novela por un tiempo.
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«Los personajes novelescos no piden que se les admire por sus virtudes. Piden que se les comprenda, lo cual es algo totalmente distinto.»
«Así como la Historia (la de la humanidad) puede tener el mal gusto de repetirse, la historia del arte no soporta repeticiones. El arte no está ahí para registrar, al igual que un gran espejo, todas las peripecias, las variaciones, las infinitas repeticiones de la Historia. El arte no es un orfeón que espolea a la Historia en su marcha. Está ahí para crear su propia historia. Lo que quedará un día de Europa no es su historia repetitiva, que, en sí misma, no representa valor alguno. Lo único que tiene alguna posibilidad de quedar es la historia de las artes.»
«El alejamiento geográfico distancia al observador del contexto local y le permite abarcar el gran contexto de la Weltliteratur, el único capaz de hacer aflorar el valor estético de una novela, es decir: los aspectos hasta entonces desconocidos de la existencia que esa novela ha sabido iluminar; la novedad de la forma que ha sabido encontrar.»
«La omnipresencia del pensamiento no le ha quitado a la novela su carácter de novela; ha enriquecido su forma y ampliado inmensamente el terreno de lo que sólo puede descubrir y decir la novela.»
«Al igual que una mujer se maquilla antes de correr hacia su primera cita, el undo, cuando acude a nosotros en el momento en que nacemos, ya está maquillado, enmascarado, preinterpretado. Y los conformistas no serán los únicos en no darse cuenta; los seres rebeldes, ávidos de oponerse a todos y a todos no se dan cuenta de hasta qué punto son obedientes; sólo se rebelarán contra lo que ha sido interpretado (preinterpretado) como motivo digno de rebelión.»
«El hombre pasa a ser célebre cuando el número de quienes lo conocen supera claramente el número de los que él mismo conoce. El reconocimiento de que goza un cirujano no es gloria: e admirado por sus pacientes, sus colegas, no por el público. Vive en equilibrio. La gloria es un desequilibrio. Hay profesiones que la llevan consigo fatal e inevitablemente: la de los políticos, las modelos, los deportistas, los artistas.«
«-Todo lector es, cuando lee, el propio lector de sí mismo. La obra del escritor no es más que una especie de instrumento óptico que ofrece al lector para permitirle discernir aquello que, sin ese libro, él no podría ver de sí mismo. El hecho de que el lector reconozca en sí mismo lo que dice el libro es la prueba de la verdad de éste.- Estas líneas de Proust no definen tan sólo el sentido de la novela proustiana; definen el sentido del arte de la novela a secas.»
«Podríamos buscar lo trágico sepultado bajo los escombros del horror, en el primer impulso de aquellos que tuvieron el valor de arriesgar sus vidas por su verdad.
Pero hay horrores debajo de los cuales ninguna excavación arqueológica encontrará el menor vestigio de lo trágico; sólo matanzas por dinero; o peor: por una ilusión; o peor aún: por una estupidez.
El infierno (el infierno e la tierra) no es trágico; el infierno es el horror sin ninguna huella de lo trágico.»
«¡Intenten definir su necedad! ¡Intenten, por otra parte, definir la necedad en sí! ¿Qué es a fin de cuentas la necedad? La razón es capaz de desenmascarar el mal que se oculta pérfidamente tras una hermosa mentira. Pero, ante la necedad, la razón se muestra impotente. No hay nada que desenmascarar. Le necedad no lleva máscaras. Está ahí, inocente. Sincera. Al desnudo. Es indefinible»
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