Librería de segunda mano. Después de un par de vueltas me decidí por éste.
Aún no había leído nada de él excepto algunos fragmentos sueltos por ahí, me atrajo su ironía y su rollo Marte Vs Venus.
Además, es uno de esos autores que cuanto te toca estudiar literatura española tienes que memorizar, y ese es otro aliciente: asimilar lo que alguna vez memoricé y olvidé.
El libro comienza con un prólogo (8986 Palabras a manera de prólogo) en el que el autor se presenta a sí mismo (Biografía sintética. – Desde el nacimiento al día de hoy. – Retrato físico. – Retrato moral. Opiniones, costumbres y creencias. – El amor y las mujeres. – Mi hija Evangelina. -El humorismo. -Por qué he escrito este libro), alegando que él cuando lee un libro siempre se pregunta cómo será el autor.
«Hablar de uno mismo es tan peligroso como agradable. Hay riesgo de caer en una vanidad estúpida, y hay riesgo de naufragar contra los escollos de la falsa modestia.»
Habla de su infancia, de las mujeres, de las aficiones, etc. El tío no se corta cacho, algunas perlitas de las que deja por ahí son:
«Detesto a las personas (escritos, filósofos o barrenderos) que denigran la época presente y la humanidad presente para exaltar otras épocas de la Historia. (Todas las épocas de la Historia son iguales, aunque sean distintas. El hombre actual es tan bestia y tan perverso como el que oyó gruñir en el parlamento a Pi y Maragall o como el que vio entrar en Toledo a Alfonso VI o como el que dibujó mamuths en la cueva de Altamira. Y en cuanto a nuestra juventud futbolística, no es ni más ni menos estúpida que la juventud que bailaba en la Bombilla con el hongo puesto o la que jugaba a la morra en los anfiteatros romanos)»
«Creo que Larra ganó en prestigio muriéndose del pistoletazo que se disparó, pues al suicidarse por el desvío de una mujer, demostraba que su privilegiado cerebro había entrado en el periodo de la decadencia.»
Una vez finalizada su presentación, comienza la novela.
Es una parodia de las novelas de amor que, por aquella época, eran lo más. Así que lleva el género al extremo.
El protagonista Elías Pérez Seltz, alias Zambombo, es un calzonazos que dedica toda la novela a intentar hacer feliz a su pareja: lady Silvia Brums.
«Sylvia, con ese valor enorme que tienen las mujeres y algunos sellos de Correos, avanzó por entre las mesas.»
Aquí, la amiga Silvia, es una tipa de cascos bastante ligeros que, antes de encontrar a Elías, estaba casada. Su marido no tenía nada que envidiarle al padre de Bambi.
Hasta que se aburre de que el cornudo pase olímpicamente de ella y consigue que se rete a un duelo con Elías. Así comienza su vida con Elías y se libera del marido.
El notas flipa, porque aquí la amiga se dedica a intentar tirarse a todo lo que se cruza por delante, y él de pringao, intentando cumplir todas las exigencias que Silvia impone.
En un momento de la novela, le dice a Zambombo:
«Cuando se desean los labios de una heroína de novela hay que conformarse con ser sólo una ramita en el árbol amoroso de esa heroína. Me gustaste porque te vi inexperto, provinciano y algo tonto. Después arrancaste varios chispazos en mi ilusión, haciendo cosas divertidas; te prometo, porque te estimo, que si haces más cosas divertidas, verás brillar también más chispazos. Pero hasta que eso ocurra, no pidas nada de mí. El doctor Flagg, que físicamente es grotesco y que para una mujer vulgar resultaría indeseable, para mí es un hombre interesantísimo, un tipo «nuevo», algo que yo no había conocido aún. Su figura es abominable, pero sus mentiras son maravillosas. Flagg me gusta. Luego, acaso me guste otro. No intentes oponerte a nada. Sobre que a mí las actitudes trágicas me hacen reír, adelantarías tanto oponiéndote como trasladándote de Bretaña a Siberia montado en pelícano.»
Pero todo le sale mal.
Recorren múltiples lugares donde se les presentan situaciones surrealistas (aquí me recordaba a Tom Sharpe) y conversaciones entre besugos aderezadas con juegos de palabras.
Ejemplo de ello es cuando van a París, y Silvia se empeña en conocer los suburbios. Total, que se meten en un antro lleno de malandros que, para colmo, ¡intentan meterle lo que no es miedo a Silvia!
«Uno de los concurrentes, cuyo semblante promovía la duda de si habría asesinado a su padre o a su madre o a los dos juntos, después de dejar resbalar sus miradas todo lo largo y lo ancho de Sylvia, miró a Zambombo y le dirigió este razonamiento frívolo:
-Si las mujeres se ganasen a puñaladas, usted no tendría la suya mucho tiempo»
En un continuo tira y afloja entre estos dos, se desarrolla esta novela de amor y desamor.
«Esto era el amor: en el hombre una presunción ridícula. En la mujer una vanidad sucia. Y en los dos un instinto animal de secreciones y de glándulas.
—¡Qué asco, Dios mío, qué asco!¡Y eso constituye la base del mundo!¡Eso es el eje ideal alrededor del cual gira el plantea desde una aurora remota a una noche ignorada!-
Las mujeres: nervios, pasiones confusas, ambiciones necias, los trajes, las joyas y, encima de ello, sensualidad y orgullo.
Los hombres: fatuidad, bestialidad, lujuria.
Y el dinero: el metrónomo, que lleva el compás de la vida de todos merced a su tintineo disolvente.
Los hombres, con tal de tener dinero, traicionaban, mentían, se envilecían, asesinaban, vendían a un amigo, a un camarada, a un hermano.
Las mujeres se vendían a sí propias.
Los ideales -paredes de tierra arcillosa- se desmoronaban.»
Se puede decir que me ha gustado aunque he de confesar que en ocasiones se me ha hecho pesado.
El prólogo me ha parecido sublime, muchas de las situaciones son muy graciosas, algunos diálogos son bastante ingeniosos, las conclusiones y análisis que hace del amor también me han parecido geniales.
Peroooo (aquí viene) para mi gusto hay demasiadas gracias que no me han hecho gracia, supongo que sin ellas quedaría un tercio del libro (tendría la extensión de uno de los libros en los que se divide la novela) y el prólogo. Lo cual hubiera sido ideal.
Saludines!
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«-Eres un hombre de los que viven intensamente.
-¿Y qué es lo que hacen los hombres que viven intensamente?
-Se cortan la cara al afeitarse.
Fermín bebió un sorbo de cerveza en el mismo instante matemático en que sufrió un golpe de tos; hizo el pulverizador con sus labios y siguió el relato de sus andanzas.
-Al día siguiente me coloqué en una fábrica de ascensores; fui con dos operarios a instalar uno a la calle de Ferraz y cuando, ya instalado, hice en él el primer viaje, me quedé en el segundo piso, en casa de una viuda.
-¿Rubia o morena?
-Rentista.
-¿Y os amasteis?
-Sí. Pero con disimulo, porque en el gabinete había un retrato de su difunto cada vez que nos dábamos un beso se caía al suelo.»
«Si quieres se un amor eterno, búscate a una de esas muchachas: las hay a miles y languidecen, paseando con sus papás, por todas las ciudades del mundo.»
«¿Habéis intentado cazar una mariposa?
Si no lo habéis intentado, no lo intentéis. Cuando pensáis haberla acorralado, se escapa; cuando creéis que va a posarse, alza el vuelo, cuando la tenéis en la mano, huye. Y esto entre brillos de alas, fulgor de luces, inconsecuencia y versatilidad.
Al final, vosotros estaréis fatigados, mareados, sudorosos.
Y la mariposa irá a esconder su aguijón en una flor acromada.
Y comprenderéis que habéis perdido el tiempo. Y la decepción os envolverá en sus redes.»
«Del segundo colegio el recuerdo es más dulce… Allí me enamoré la primera vez. Ella tenía nueve años; yo, diez escasos. Era hija de un banquero judío, famoso en Madrid, pero juro solemnemente que no iba por el dinero…«
Pues lo tenía apuntado desde hace mucho, Blackie Books lo reeditó y me llamó mucho la atención. Creo que aunque no sea un gran libro puede ser divertido leerlo. Besines.
De los muchos blogs que reseñan libros, el tuyo, sin duda, es de los mejores… espero que vuelvas a la carga pronto. Son ya muchos meses de silencio ¿no?
Recibe un cordial saludo de un lector con ganas de mas.
Azhaag
Muchas gracias por su elogiosa referencia a mi abuelo. Un saludo.