Regreso con la reseña de un tebeo de humor y ciencia ficción: «¡Universo!», de Albert Monteys, conocido dibujante e inventor de historias. Fue editado en papel por Astiberri en 2018, aunque nació en formato digital en 2014 (se publicó en la plataforma Panel Sydicate, donde aún está disponible). Recoge cinco historias diferentes, de unas treinta páginas cada una y muy originales, derrochan imaginación a raudales.
Además de las fantásticas tramas, las viñetas merecen admirarse: tanto el trazo como la explosión de colores son una maravilla. Un cómic con el que disfrutar y pasar buenos ratos, tanto por el fondo de las historias como por la forma en que se plasma sobre el papel.
Sobre el autor: Albert Monteys
Aunque no tengas mucha idea de cómics (como es mi caso) es probable que reconozcas el estilo de estos dibujos, te sonarán de El Jueves. Albert Monteys, nacido en Barcelona en 1971 y licenciado en Bellas Artes, es un ilustrador con más de 25 años en el oficio.
Dieciocho de estos años los ha pasado en El Jueves, tanto dibujando como dirigiendo (2006 – 2011). En 2014, tras la autocensura por parte de RBA por una portada sobre Juan Carlos I, anunció la marcha de la revista.
Precisamente en 2014 es cuando comenzó a publicar digitalmente la serie ¡Universo! en la plataforma Panel Syndicate. Desde entonces, atesora un buen palmarés: ha sido premiada tanto en su faceta de cómic digital como en la de publicación en papel (y no me extraña).
¡Universo!: ciencia ficción, humor y crítica
Este cómic es una obra de ciencia ficción plagada de humor y con críticas subyacentes a ciertos aspectos de la sociedad. Recordemos que son cinco historias diferentes, en las cuales Monteys despliega muchos de los temas que suelen aparecer en el género que nos ocupa. En estas historias encontraarás desde viajes por el tiempo (¡anticiparse al mismísimo Big Bang!) hasta robots de todo tipo, pasando por otras formas de vida diferente.
Monteys trata estas fantasías con tono de humor. Encontrarás humor blanco en sus personajes torpes y graciosetes, humor irónico en los vacilones y humor mordaz ante los malvados (estúpidos). El malo de la primera historia (Mr. Wortham) es una genialidad, me recordaba un poco al de las Tortugas Ninja (ese que tenía el cerebro en el estómago).
No obstante, en estos cuentos tambén hay espacio para la reflexión, la crítica y las emociones, no todo es cachondeo. Conviene recordar que la ciencia ficción acostumbra a plantear supuestos que para llevarse a cabo requieren de una futura (e inventada) tecnología que permite hacer lo que no es hoy posible. Los hipótesis que se saca Albert Monteys de la manga van desde los ya conocidos viajes en el tiempo hasta la existencia de formas de vida destinadas a formar parte de una especie de conciencia global. Se habla del origen de la vida, del poder y de religión incluso. ¡Ah! y también se habla de amor, amor como el que conocemos (entre humanos) o entre robots y carnales («carnales» es como llaman los robots a los humanos).
Los dibujos y los colores del tebeo de Monteys
No soy ninguna experta en el mundo gráfico, tampoco tengo suficiente experiencia leyendo tebeos como para que mi opinión tenga algún valor especial, pero me parece que este es de los cómics más trabajados que he leído. El detalle con el que están dibujados los personajes, su entorno y los fondos es colosal. Aparecen decenas de seres inventados (robots, alienígenas) y todos son diferentes entre sí, el ingenio de Albert Monteys parece ilimitado.
Por último, en cuanto a la parte visual de este ¡Universo!, hay que hacer mención especial a los colores. En general, es un tebeo de colores explosivos, aunque la gama empleada en cada momento suele estar ligada a lo que está ocurriendo en la historia. Es genial, igual que cuando ves una peli y (sin ser tú ningún experto) notas que juegan con la iluminación o aplican algún color concreto en los momentos más tensos, Monteys hace lo propio sus viñetas.
Además, tras los cinco relatos que agrupa este volumen, se incluyen unas páginas con contenido tipo making-off (cómo se hizo) que cuénta cómo se gestó su creación (el Big Bang de ¡Universo!) y muestra algunos viejos bocetos. Me ha encantado.
Conclusiones de ¡Universo!, de Albert Monteys
Este ¡Universo! de Albert Monteys creo que se merecería un sobresaliente si es que yo acostumbrase a calificar los libros que reseño utilizando esa escala. Es destacable tanto a nivel visual como narrativo, en ambos aspectos Albert Monteys va sobrao. Resulta un tebeo bonito e intenso a la vista. Además, el hecho de que se haya creado en ese formato apaisado (y que así lo haya imprimido Astiberri) da mucho juego a la hora de proyectar las historias.
Las tramas que se cuentan en cada una de estas cinco historias son perfectos relatos (con su presentación, nudo y desenlace) de ciencia ficción (con sus robots, viajes en el tiempo y alienígenas). Todos me han gustado mucho, pero si he de elegir me quedo con El futuro es ahora (por el humor mordaz), Desconsuelo mecánico en la fábrica del amor (por la historia y los colores) y La Cristina del mañana (por el desarrollo de la trama).
Puedo concluir que se trata de un tebeo apto para todos los públicos y especialmente dedicado a los amantes de la ciencia ficción. Si la ci-fi o los cómics no son lo tuyo pero son géneros que te causan curiosidad, este cómic puede servirte para entrar por la puerta grande. Eso sí, luego no le exijas este mismo nivel al resto: el listón está muy alto.
Gracias