He aquí el libro más caótico que he leído nunca. Probablemente por ser una recopilación de escritos sueltos durante su época de “enfermedad”.”La enfermedad”, esto es: la droga.
Ya para empezar presenta una introducción que titula: como DECLARACIÓN: TESTIMONIO SOBRE UNA ENFERMEDAD.
Y en la primera cara expone:
«Desperté de la Enfermedad a los cuarenta y cinco años, sereno, cuerdo y en bastante buen estado de salud, a no ser por un hígado algo resentido y ese aspecto de llevar la carne de prestado que tienen todos los que sobreviven a la Enfermedad… La mayoría de esos supervivientes no recuerdan su delirio con detalle. Al parecer, yo tomé notas detalladas sobre la Enfermedad y el delirio. No tengo un recuerdo preciso de haber escrito las notas publicadas ahora con el título de EL ALMUERZO DESNUDO. El título fue sugerido por Jack Kerouac. Hasta mi reciente recuperación no comprendí lo que significaba exactamente lo que dicen sus palabras: ALMUERZO DESNUDO: un instante helado en el que todos ven lo que hay en la punta de sus tenedores.
La Enfermedad es la adicción a la droga y yo fui adicto durante quince años. Cuando digo adicto quiero decir adicto a la droga (término genérico para el opio y/o sus derivados, incluyendo todos los sintéticos, del demerol al palfium). He consumido la droga bajo muchas formas: morfina, heroína, dilaudid, eucodal, pantopón, diccodid, diosane, opio, demerol, dolofina, palfium. La he fumado, comido, aspirado, inyectado en vena-piel-músculo, introducido en supositorios rectales. La aguja no es importante. Tanto da que la aspires, la fumes, la comas o te la metas por el culo, el resultado es el mismo: adicción. Cuando hablo de adicción a la droga no me refiero al kif, la marihuana o cualquier preparado de hachís, mescalina, Bannisteria caapi, LSD6, hongos sagrados, ni a ninguna droga del grupo de los alucinógenos… No hay pruebas de que el uso de algún alucinógeno produzca dependencia física. La acción de esas sustancias es fisiológicamente la opuesta a la acción de la droga. El celo de los departamentos de narcóticos de Estados Unidos y otros países ha dado lugar a una lamentable confusión entre las dos clases de drogas.»
Tiene aparentes momentos de lucidez en el que no escribe paranoias, y parece que cuenta algo con sentido. Sin embargo las desgarradoras imágenes de locura me llenan de sobremanera, a pesar de no encontrarle ni pies ni cabeza.
Existe una película con el mismo título que cuenta parte de la vida de Burroughs, pero por supuesto no es una adaptación de libro (cosa que me parece imposible) más bien refleja la época en que estuvo bajo “la enfermedad”. Su momento más subterráneo, después de meterle plomo entre ceja y ceja a su mujer en una de sus divertidas partidas a “Guillermo Tell”. Me lo imagino en plan:
-Venga tronca, ¿echamos una partidita?
-Joder, ¿otra vez? Eres un brasas, Bill. Pero yo no la ligo, te toca a ti, el último día me la ligué yo.
-Anda tonta… si sabes que te gusta el peligro. Además es un hecho constatado que mi puntería es mejor que la tuya. ¿Te hace un pico?
-Va, pa luego. Venga, trae aquí el vaso.
Entonces Bill le lanza el vaso desde la cama en la que está tumbado, ella se lo coloca sobre la cabeza y apoya la espalda en la pared. Bill apunta y… CLACK, POW!!!.
-Mierda, se me ha ido un poco bajo.
Pared, techumbre y suelo tintados de rojo sangre.
Normal que se quedara un poco trastocao.
El libro además trae un apéndice al final con un estudio de las drogas que ha consumido, sus efectos y contraindicaciones para con el resto de sustancias, junto con diferentes definiciones de estados o métodos relacionados con el consumo de drogas. Menciona: opiáceos, curas de reducción, curas de sueño, Apomorfina, Cortisona, Toracina, Reserpina, Tolserol, barbitúricos, cloral y paraldehídos, alcohol, bencedrina, cocaína, cannabis índica (marihuana), peyote y bannisteria caapi (un tipo de enredadera).
En fin, literatura subterránea…. Y sucia. Drogas, sexo y alucinaciones.
«Sus primeras palabras: «Me parece usted persona inteligente. » (Palabras de mal agüero siempre, muchacho… Cuando las oigas no debes preparar la huida, sino largarte de inmediato.)»
«La fealdad del espectáculo, amable lector, sobrepasa toda descripción. ¿Quién puede ser un vil cobarde meado de miedo y al mismo tiempo un vicioso mandril culimorado, alternando tan deplorables estados como escenas de vodevil? ¿Quién puede cagar sobre un adversario caído que, moribundo, come la mierda y grita de júbilo? ¿Quién puede ahorcar a un débil mental para recibir su esperma en la boca como un perro vicioso? Con gusto, amable lector, haría gracia de estos detalles, pero mi pluma, como el viejo marinero, tiene su propia voluntad. ¡Oh, Cristo bendito, qué escena ésta! Un chulo joven y bestial hace saltar el ojo de su compañero y se la mete por el cerebro. «Este cerebro ya está atrofiado, y más seco que el coño de la abuela. »»
«Todas las calles del centro descienden entre cañones más y más profundos hasta una amplia plaza en forma de riñón, llena de oscuridad. Las paredes de calles y plazas están perforadas de cafés y cubículos habitados, algunos de muy poca profundidad y otros que se alargan hasta más allá de la vista formando una red de pasillos y habitaciones. A todos los niveles se entrecruzan puentes, pasarelas, tranvías de cremallera. Jóvenes catatónicos vestidos de mujer con trajes de arpillera y andrajos podridos, caras intensa y groseramente pintadas de colores chillones sobre estratos de cardenales, arabescos de cicatrices supuradas abiertas hasta el hueso nacarado se aprietan contra los transeúntes con silenciosa y tenaz insistencia.
Traficantes de la Carne Negra, carne del gigantesco ciempiés acuático negro —que llega a alcanzar dos metros de longitud— hallada en una ruta de rocas negras y lagunas pardas, iridiscentes, exhiben crustáceos paralizados en unos escondrijos de la plaza y solamente visibles para los Comedores de Carne. Practicantes de oficios inconcebibles y ya olvidados, estraperlistas de la Tercera Guerra Mundial, excisores de sensitividad telepática, osteópatas del espíritu, investigadores de infracciones denunciadas por suaves ajedrecistas paranoicos, ejecutores de autos fragmentarios de procesamiento escritos en taquigrafía hebefrénica que acusan inimaginables mutilaciones del espíritu, agentes de estados policía sin constituir, destructores de sueños exquisitos y nostalgias puestos a prueba en las células hipersensibilizadas por la enfermedad de la droga y canjeados por materias primas de la voluntad, bebedores de Fluido Pesado sellados en el ámbar translúcido de los sueños.«
“El tiempo salta como una máquina de escribir estropeada, los chicos ya son viejos, caderas jóvenes estremeciéndose y retorciéndose con espasmos juveniles se ensanchan y ablandan, asentadas en la taza de un retrete, un banco de parque, un muro de piedra bajo el sol de España, la cama hundida de una habitación amueblada(fuera, casas baratas de ladrillos rojos, luz diáfana del sol de invierno)… retorciéndose y temblando en ropa interior sucia, buscándose una droga en el amaneces enfermo sin droga, en un café moro murmurando y babándose-,los árabes susurran Medyub y se escabullen (un Medyub es un tipo determinado de lunático religioso musulmán… generalmente epiléptico entre otros trastornos).”
Me resisto a admitirlo porque una tiene su orgullo pero creo que no entendí prácticamente nada de esta novela, algo intuía mientras la leía y los momentos de lucidez y el estudio final por supuesto que sí pero el resto se me escapaba entre las manos todo el tiempo. Decidí dejar de entender y leer al estilo «formalistas rusos» (!), por la sonoridad del texto, «que fluya» me dije y la pasé bastante mejor que cuando pretendía encuadrar el libro en alguna lógica.
El párrafo que copiaste con la «explicación» de Burroughs sobre el libro es muy bueno, directo, sin escamotear. Me gusta eso. Sólo leí ese libro de él, Yonqui todavía no, como te contaba en la otra entrada, y después cosas sueltas en internet que me gustaron mucho, reflexiones sobre la literatura, las drogas, etc. que me resultaron interesantes.
La película también la vi y es hiper creativa y demente, muy buena. La máquina de escribir es tremenda, y los actores son dos de mis favoritos.
pd: Qué buena onda la dedicatoria! Qué será??? mmm…bueno, gracias por anticipado, un honor.
un abrazo desde Argentina!
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