Última adquisición para la beatblioteca. BeatBilloteca. Es el quinto libro de Burroughs que compro y que reseño aquí. Las otras han sido: Yonqui, Y los hipopótamos se cocieron en sus tanques, Las cartas de la ayahuasca, El almuerzo desnudo
Aún así, este tipo me sigue fascinando. Este libro es una joyita, y supongo que para los que hayan convivido con gatos ya tié que ser demasiao. No es mi caso, lo cual me da rabia, y me temo que por eso me he dejado un montón de emociones en el papel.
En palabras de Burroughs «este libro de gatos es una alegoría, en la que la vida pasada del escritor se le presenta en forma de payasada gatuna», para mí se trata de una oda al gato y una bofetada al hombre.
«Vuelvo al presente con un suspiro cansado. Habrá cada vez menos animales exóticos y bellos. El gato mexicano sin pelo ya está extinguido. Los pequeños gatos salvajes de poco más de un kilo de peso tan fáciles de domesticar son almas en pena, errantes, cada vez más escasos y lejanos, a la espera de la mano humana que nunca llegará, frágiles y tristes como un barco de hojas muertas botado por un niño en el estanque de un parque. O los murciélagos fosforescentes que salen una vez cada siete años para llenar el aire de imposibles derroches de perfume… llamadas melodiosas, distantes de los colugos filipinos voladores… las selvas tropicales de Borneo y Sudamérica están desapareciendo… ¿para dejar sitio a qué?«
Son una serie de notas relacionadas con los gatos en general (el gato) y en particular (gatos con los que ha convivido). El libro en sí es muy corto (100 páginas aproximadamente) y la mayoría de las páginas no tienen texto de la mitad hacia abajo. Dan ganas de dibujar mininos.
Confieso que soy de perros. Pero no niego que me gustaría tener gato alguna vez, para conocerlos. No me caen mal y creo que tampoco les caigo mal. Algunos vienen y eso, se dejan tocar. Me molan, pero no les tengo el mismo tipo de amor que el que le profeso a los perros.
Era inevitable que la rivalidad perro-gato apareciera.
«Los gatos no comenzaron como cazadores de ratones. Las comadrejas y las serpientes y los perros son más eficientes como agentes controla-ratones. Presupongo que los gatos comenzaron como compañeros esotéricos, como Conocidos, y que nunca se han apartado de esta función.
Los perros comenzaron como centinelas. Es su función principal en la granja y en la aldea, alertar de lo que acecha, como cazadores y guardianes, y por eso odian a los gatos.
‘Mira los servicios que ofrecemos nosotros y los gatos sólo hacen el vago y ronronean. Matarratas, ¿eso es lo que son? Un gato tarda media hora en matar a un ratón. Lo único que hacen los gatos es ronronear y alinear el cariño del Amo, desde mis más sincero punto de vista de comemierda. Y lo peor de todo es que no saben diferenciar entre el bien y el mal.»
Tiene un par de párrafos de este tipo, aunque termina dándole una explicación a esa actitud que tiene ante los perros. No es culpa del perro, no es manía, es por culpa del hombre, que a base de educar al perro a imagen y semejanza de él, ha terminado por transformarlo…
«No odio a los perros. Sí que odio lo que el hombre ha hecho con el mejor amigo del hombre. El gruñido de una pantera es seguramente más peligroso que el ladrido de un perro, pero no es feo. La furia de un gato es bella, ardiente con una pura llama de gato, con todo el pelo encrespado y con crujientes brillos azules, parpadeando con los ojos encendidos. Sin embargo, el ladrido de un perro es feo, como el gruñido de un sureño cateto y mafioso y anti islamita… el gruñido de alguien que lleva una pegatina en la cintura con las palabras ¡Matar a un maricón por Dios!, un gruñido con pretensiones de superioridad moral. Cuando ves ese gruñido en realidad estás viendo algo que, en sí, no tiene cara. La furia de un perro no le pertenece. Es dictada por su entrenador. Una furia mafiosa es dictada por los condicionantes del entorno«
También enfoca un par de textos hacia la vulnerabilidad de los animales, en un caso criticando la caza con jauría y en otro el abandono al gato. WWF a tope.
«Voy a aprovechar esta ocasión para denunciar y vilipendiar la repugnante práctica inglesa de la caza con jauría. Para que los cazadores borrachos puedan ver cómo sus apestosos perros desgarran en pedazos a un hermoso y delicado zorro. Alentados por este grotesco espectáculo, se retiran a su casa solariega para emborracharse aún más de lo que ya están. No son mejores que sus sucias, aduladoras, comemierdas y carroñeras bestias asesinas de bebés.»
«Hay un aura de fatalidad y de tristeza aplicable a esta pequeña criatura confiada. Ha sido abandonado muchas veces en los últimos siglos, abandonado hasta la muerte en fríos callejones de ciudad, en descampados azotados por el sol del mediodía, en fragmentos rotos de cerámica, ortigas, muros caídos de barro. Muchas veces ha llorado, pidiendo ayuda en vano.»
Se ve que al tipo le gustaban mucho los animales, tampoco esperaba menos de él. Teniendo calado tan bien a la gente…
«Como la mayor parte de las cualidades, la ricura se define por lo que no es. La mayoría de la gente no tiene ni un ápice de ricura, o si la tienen la gastan rápidamente… Elegancia, gracia, delicadeza, belleza y falta de timidez: una criatura consciente de ser una ricura pronto dejará de serlo… Tamaño diminuto: un leopardo es demasiado grande y demasiado peligroso para ser una ricura…»
El problema es que tanto los animales como las personas tenemos fecha de caducidad. Por mucho cariño que le tengamos a un perro o un gato, la mayoría de las veces sobrevivimos nosotros y nos toca vivirlo.
«Siento su voz triste y perdida en mi garganta, conmovedora, dolorosa. Cuando sientes semejante dolor, con lágrimas que te corren por la cara, se trata siempre de un presagio, una advertencia: peligro en el horizonte.
Un sentimiento de profunda tristeza siempre es una advertencia que hay que tener en cuenta. Podría referirse a acontecimientos que tendrán lugar al cabo de semanas, meses incluso años. En este caso un mes exactamente.»
«Este libro de gatos es una alegoría, en la que la vida pasada del escritor se le presenta en forma de payasada gatuna. No es que los gatos sean marionetas. Nada más lejos de la realidad. Son criaturas vivas que respiran y cuando entran en contacto con otro ser, resulta triste: porque ves las limitaciones, el dolor y el miedo y la muerte final. Eso es lo que supone el contacto. Eso es lo que veo cuando toco a un gato y me doy cuenta de que me están rodando lágrimas por la cara.»
«Para disfrutar de algo tienes que estar allí. No puedes presentarte de golpe para los postres, cariño.»
«Los perros son el único animal además del hombre con cierto conocimiento del bien y del mal. Así que Fluffy sabe qué esperarse cuando lo arrastran lloriqueando de debajo de la cama, donde se oculta encogido de miedo. Se da cuenta de la gravedad de su fechoría. Ningún otro animal lograría establecer esa conexión. Los perros son el único animal con pretensiones de superioridad moral.»
Buah, que bueno… no lo conocía en absoluto. A mis los gatos me encantan, soy un acérrimo defensor de ellos. Me tengo que hacer con este libro si o si, se de antemano que no me defraudara.
Gracias por compartirlo.
Un saludo.
Azhaag
muy bonito "mi vida con el lama" de lobsang rampa. No es de gran calidad literaria, pero si conmovedor, para los que aman los gatos, como yo