Hoy regreso con un tebeo, un manga concretamente, os voy a hablar del primer tomo de «La cantina de medianoche. Tokio Stories», de Yaro Abe, editado en español por Astiberri. Lo vi recomendado por la red y me llamó la atención, me alegra habérmelo apuntado y luego adquirido. Me lo he pasado muy bien leyéndolo, me ha parecido un libro divertido, humano y positivo. Te aseguras un rato largo de entretenimiento ya que está compuesto por 29 historietas distintas. El título de prácticamente todas ellas está tomado del nombre de un plato o producto de la gastronomía japonesa que, además, suele ser el que pide el parroquiano protagonista de dicha historieta.
Yaro Abe (¡y otra vez Astiberri!)
El autor, Yaro Abe (Japón, 1963), es un tipo escurridizo, no le gusta ser fotografiado y no he encontrado casi entrevistas suyas. Siempre ha querido ser dibujante de cómic y siempre ha dibujado, como aficionado, mientras se dedicaba a la publicidad. Tardó en tomárselo en serio pero finalmente le llegó el pelotazo con La cantina de medianoche en 2006 y desde entonces es un súper ventas en Japón.
La edición en español es de Astiberri (como algunos otros tebeos que he reseñado anteriormente aquí), el título original es Shinya Shokudo y la traducción es de Alberto Sakai. Se respeta (por deseo del autor) el orden de lectura japonés. Esta «tontería» me ha hecho bastante ilusión, como no soy lectora de manga es la primera vez que tengo y leo un libro de derecha a izquierda.
Además, sabed que se han realizado algunas adaptaciones de este cómic en cine/series. Las dos temporadas que hay disponibles en Netflix con el título de «La cantina de medianoche: historias de Tokio» son en realidad la cuarta (2016) y quinta (2019) (las anteriores parece ser que solo se emitieron en Japón). Aún no las he visto, lo tengo pendiente.
Los platos de la cantina de medianoche
La cantina de medianoche es un local que abre de 00:00 a 07:00 de la mañana cuyo dueño y cocinero (del que no sabremos su nombre) prepara cualquier cosa que se le pida, siempre y cuando tenga los ingredientes necesarios. Estos locales en Japón reciben el nombre de izakaya.
Una de las pocas normas que hay en nuestro izakaya es que se sirven un máximo de tres cervezas, no más. Estos parroquianos no son como los de aquí, no hay duda.
De lo que tampoco hay duda es que, para muchos, uno de los artractivos de este libro será el catálogo de platos japoneses que estas historietas contienen. La dinámica de los capítulos suele ser similar: alguien entra en la cantina y pide algo, a partir de ese momento se centra en la historia del personaje y/o del plato. Todos los platos son sencillos y en la mayoría de los casos, además de mencionar el nombre, se aclara cómo se prepara. Seguro que más de uno se animará con alguno de ellos.
Los parroquianos de medianoche y el cocinero estático de Yaro Abe
La cantina de medianoche está situada en una callejuela de uno de los barrios financieros de Tokio y la clientela que lo frecuenta pasa por yakuzas, streapers, cantantes de karaoke, actores, etc. Algunos de estos personajes aparecen con asiduidad.
El dueño que Yaro Abe crea para nuestra cantina es un personaje imparcial y silencioso que prácticamente solo se dedica a cocinar y a ser testigo de las conversaciones y vivencias de sus clientes. Al tratarse de historietas de unas 10 páginas cada una, las situaciones que se suceden son variadísimas pero tienen en común cierto tono de humor. Este se asoma en las historias, que siempre parecen predesitanadas a ocurrirles a los clientes de la cantina concretos, supongo que por eso algunas tienen cierto toque nostálgico. Yaro Abe comenta sobre su cantina lo siguiente:
uno de los temas generales comunes en Shinya Shokudo es el destino. Creo que algunas personas están destinadas a conocerse entre sí, pero si luego realmente lo hacen es otra historia. Sin embargo, cuando sucede, es como magia.
Las historias que aparecen en La cantina de medianoche Yaro Abe podrán ser mágicas en cierto modo, pero no son para nada fantásticas. Se basan en historias que le han contando sus amigos o que ha escuchado en bares, por ejemplo (como podéis leer en esta entrevista al autor).
Aquí os adjunto una imagen de Duelo de salsas, en la que dos clientes, que se parecían como dos gotas de agua, se sorprenden al descubrir que les separa un abismo: uno es del equipo salsa de Soja y otro del equipo salsa Worcester (como si les fuera la vida en ello, a lo Pepsi vs Cocacola, Nesquik vs Colacao, Barça y R.Madrid).
Esto desemboca en una disputa abierta entre toda la clientela. Para descubrir quién gana o cómo se resuelve tendréis que leerlo. 😛
Conclusiones de La cantina de medianoche de Yaro Abe
La cantina de medianoche de Yaro Abe me ha parecido un tebeo fantástico con el que pasar muchos buenos ratos rodeada de cultura japonesa (con el foco especialmente puesto en la gastronomía). Si notas que las glándulas salivales se te activan al leer ostras rebozadas, yakisoba, sashimi, ramen o nori, estas historietas probablemete te gusten.
Además, los designios del destino que azotan (o acarician) a los parroquianos te sorprendrán y harán sonreír (aunque alguna lagrimilla podrían arrancarte también). Me gusta el ambiente de respeto y amistad que se respira en este izakaya, reconforta, consigue que te sientas a gusto leyendo.
Me lo he pasado muy bien leyendo de derecha a izquierda mi primer manga. Creo que lo ideal es dosificarlo y leerse un par de historietas o tres cada vez, así te va a dar mucho más de sí. Pero bueno, consejos vendo que para mí no tengo: me lo leí en tres sentadas. La buena noticia es que Yaro Abe tiene publicado otro par de tomos más (también disponibles en esta misma editorial) así que está claro que tendré que hacerme con ellos.
Muy recomendable para neófitos del manga y para cualquiera que quiera animarse a leer un tebeo divertido y variado, estoy segura de que será una grata experiencia (mientras le dure el libro).
Me apunto a leerlo
Gracias
Muy interesante, lo leere, mil gracias por la informacion.