Acid House / Irvine Welsh

Puro Irvine Welsh. En vena. Esta vez con una serie de relatos cortos y una novela corta, todo en uno.

Personajes que podrían aparecer en cualquiera de sus otras novelas de las que he leído (Trainspotting, Porno, Cola y Escoria). Es más, ocurre. Spud, Begbie, Sickboy, aparecen en algunos de estos relatos. Y escenarios similares a los de sus otras novelas: suburbios a lo largo de Europa.

«Un vertedero de pobres al margen del cotarro es más o menos idéntico a otro, independientemente de la ciudad a cuyo servicio esté.»
Holanda. Ya mandó a Renton (personaje del que estoy enamorada) en «Porno» a vivir a Amsterdam. Se nota que al amigo Irvine le molan los coffees, es más, el pive, al parecer (según la Wikipedia, hahaha) vive entre Escocia y Amsterdam. No sabe ná.

 

«‘¿Adónde decías que querías ir algún día?’ ‘Ibiza’, le dije, ‘o Romini.’ ‘Por la movida de los raves o el éxtasis’, apuntó ella. ‘Es una buena movida’, asentí. ‘Menos peligrosa que la del caballo.’ ‘Bien podría ser’, dijo ella con presunción. ¡No eres más que Euroescoria, Euan. Todos lo somos. Aquí es donde el mar arroja toda la escoria. El puerto de Amsterdam. Un cubo de basura para la Euroescoria.'»

 

Por supuesto la violencia, las drogas y el sexo están presentes a lo largo del libro, en mayor o menor proporción según el relato, pero presentes. Historias de yonquis varias: hay hasta abuelas drogatas (de esas que te imaginas que denominan a los toxicómanos «drogaditos», cosa que siempre me ha hecho muchísima gracia).

 

«Parecía como si a Donovan el caballo le hubiera diluido el tono de la piel. Michael Jackson probablemente ha pagado millones para obtener el mismo efecto que a Don le proporciona el jaco. Estaba como un granizado al que le habían succionado el hielo. Ahora que lo pienso, Ange tenía más color antes. Al parecer, si tomas jaco suficiente pierdes por completo cualquier rasgo facial. Verdaderamente, el jaco hace irrelevantes todas las demás características de una persona.«

 

Hay un relato en el que unos padres que se llevan al niño a Disneylandia que me descojonaba leyéndolo. Me parece muy creíble. Hay peña así, como ese padre, y eso me alucina.

 

«De todos modos, en la mierda esa de Disneylandia, un tontolculo con traje de oso se nos pone delante de un salto, ¿sabes? Sacudiendo los brazos por todas partes y tal. La cría empezó a gritar que te cagas, le dio un susto de verdad, ¿sabes? Así que le meto una hostia al cabrón, le pego un puñetazo en la boca al puto vivales, o donde creía que tenía la boca, debajo de ese traje, ¿entiendes? ¡Joder, vaya que si lo hice! Ni Disneylandia ni putas hostias, eso no le da al cabrón ningún derecho a ponerse de un salto delante la cría, sabes

 

El traductor es un maestro. Hay novelas de estas con jerga, tacos y expresiones, que cuando las traducen se limitan a utilizar dos o tres palabras modernas pero que a un lector joven (como la menda) no se la cuelan. Ni puta idea de cómo utilizarlo, y no te hace falta leer el original para saber que algo no cuadra, o falta precisar más o algo, pero no cuadra. Pero en los libros de Welsh lo clavan. Cada insulto en su grado adecuado, las coletillas de los personajes bien adaptadas, la jerga de germanía… todo. Te lo crees. Y conoces a gente así, que habla así.
Hay un personaje de gran importancia en uno de los relatos, al que nunca había «escuchado» hablar en una novela, que me ha impactado. Sobretodo porque siempre que he recibido noticias de sus discursos, me los imaginaba bastante más sosegados. Se trata de Dios (oh my god).

 

«Alto ahí un momento, amigo. Dejemos una cosa bien clara. Cada vez que bajo por aquí, algún espabilao me da la barrila con lo que tendría o no tendría que estar haciendo. O eso o tengo que embarcarme en algún jodido discurso filosófico con algún gilipollas a punto de licenciarse, sobre mi naturaleza, la magnitud de mi omnipotencia y toda esa mierda. Estoy empezando a hartarme un poco de toda esa justificación; a vosotros, capullos, no os toca criticarme. Yo os hice a mi propia imagen y semejanza, cabrones. Montároslo como podáis; arregladlo vosotros, joder. Ese cabrón de Nietzsche erró el tiro al decir que yo había muerto. No estoy muerto; es que me la trae floja todo. No es cosa mía arreglar los problemas de todo quisque. Si a ningún otro cabrón le importa una mierda, ¿por qué debería importarme a mí? ¿Eh?»

 

Desde luego, de ingenio e imaginación, Welsh va sobrao. Y, en fin, que me alegra seguir tachando novelas (relatos/cuentos cortos) de él en mi lista de pendientes. Todavía no me ha decepcionado ni en una.

 

Que viva la literatura del desparrame y su ley de la jungla (urbanita)!!!

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«Qué tiempos, ¿eh, tío?
Fueron unos tiempos bastante desatrosos en realidad, pero el hogar siempre parece mejor cuando estás lejos, y más aún desde detrás de una neblina de hachís

«me recorrió el cuerpo un temblor fantasmal por el rechazo de aquella mujer que hizo que se me derrumbara el frágil dique de la autoestima, del que rara vez son conscientes nuestros colegas.No obstante, moderé aquella sensación con la idea de su humillación a manos de Denise. Me sentí deliciosamente rehabilitado, y después vagamente culpable. En eso consiste estar vivo, todos esos sentimientos chungos. Los necesitas; cuando dejas de tenerlos, ojo.«

«En serio, te lo digo, colega, eres legal, pero eres demasiado listillo. La cuestión es que a todo el mundo le divierte un listillo en un momento u otro. El listillo hace una gracia, todo dios se desternilla de risa. Después el listillo le toca los huevos a la gente y al listillo le parten la boca. Así es como funciona.«

5 comentarios en «Acid House / Irvine Welsh»

  1. Welsh nunca lo pude pasar , los personajes son muy opacos esta bien ser drogon , pero el cariño se da independiente de las drogas en el cuerpo
    y los de Welsh son carentes de afectos

  2. ¡Hola Katrina! Vi la película de Trainspotting (me gustó), pero no he leído nada de Welsh. ¿Cuál de sus libros me recomandarías? PD: ¡Gracias por enseñarme cómo decir dumbass (tontoculos) en castellano! ¡Saludos!

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